LONDRES.- El Partido Laborista británico consideró este miércoles que la oferta
sobre el Brexit del primer ministro, el conservador Boris Johnson, a la
Unión Europea no es "creíble ni viable". "Se trata de un intento cínico
para forzar un Brexit sin acuerdo", afirmó en un comunicado John
McDonnell, el portavoz de Economía laborista.
“Cualquier primer ministro responsable habría pasado los últimos tres
meses tratando de construir un consenso en el Parlamento y en la Unión
Europea para tratar de romper el bloqueo”, indicó McDonnell. En su
opinión, “Johnson no tiene ni la intención ni la capacidad de negociar
un acuerdo”.
La nueva propuesta de Johnson remitida este miércoles a la UE prevé
“suprimir” la salvaguarda diseñada para evitar una frontera en Irlanda
del Norte y sustituirla por un “área regulatoria” provisional en la isla
de Irlanda que evitaría controles fronterizos.
El Parlamento autónomo
norirlandés debería dar su visto bueno a ese arreglo antes de que entre
en vigor así como ratificar su aprobación cada cuatro años y, según
adelantó Johnson es la última propuesta que piensa poner sobre la mesa.
Al cumplirse ese límite temporal de cuatro años, el Parlamento autónomo
norirlandés podría decidir si la región se mantiene alineada con los
estándares comunitarios o bien si se reintegra en la legislación
británica.
El líder “tory” señala en la carta enviada al jefe del Ejecutivo
comunitario, Jean-Claude Juncker, que la salvaguarda que aceptó May era
un “puente” hacia la futura relación que ella quería establecer con la
Unión Europea.
Johnson, sin embargo, no desea que el Reino Unido esté
tan “integrado” en las estructuras comunitarias como ella pretendía,
sino que aspira a firmar un acuerdo de libre comercio que le permita
“retomar el control” completo de su política con terceros países.
“En
esas circunstancias, la cláusula propuesta (para Irlanda del Norte) es
un puente hacia ninguna parte y debemos encontrar un nuevo camino”,
recalca en su misiva a Juncker.
“El compromiso que nosotros proponemos
suprime la llamada salvaguarda, incluida en el anterior acuerdo de
salida”, explica Johnson, en un texto encabezado con el título: “Un
compromiso razonable y justo”.
La propuesta británica estipula que Irlanda del Norte debe abandonar
la unión aduanera comunitaria cuando el Reino Unido rompa sus lazos con
la UE, una vez transcurrido un periodo de transición que se alargaría,
previsiblemente, hasta finales de 2020.
La región se mantendría alineada
con las regulaciones del mercado único, pero tan solo en lo referente a
la libre circulación de mercancías, lo que evitaría que se levanten
barreras fronterizas entre las dos Irlandas, tal como exigen los
acuerdos de paz firmados en 1998. “Estamos proponiendo que todos los
procesos aduaneros necesarios para cumplir con los regímenes comerciales
del Reino Unido y la UE deberían tener lugar bajo unas bases
descentralizadas”, indica la oferta británica.
El papeleo necesario para importar y exportar bienes a través de la
frontera irlandesa, el único límite terrestre que habrá entre el Reino
Unido y la UE tras el Brexit se haría de manera “electrónica”, según esa
propuesta, que ahora deben valorar los 27 líderes comunitarios
restantes.
Al clausurar el congreso anual del Partido Conservador, Johnson
subrayó que si los 27 socios comunitarios restantes rehúsan negociar
sobre las bases que él propone, la única alternativa será un divorcio
sin consenso
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