miércoles, 2 de octubre de 2019

Irlanda rechaza el ‘plan B’ de Johnson para el Brexit y le exige propuestas “serias”

DUBLÍN.- El Gobierno irlandés rechazó este martes las propuestas que el primer ministro británico, Boris Johnson, quiere presentar a Bruselas para solucionar la cuestión de la salvaguarda fronteriza y lograr una salida de la Unión Europea negociada.

Johnson declaró este miércoles que remitiría este miércoles a los negociadores comunitarios su plan del Brexit a finales de esta semana, después de concluir el miércoles la conferencia anual que celebra el Partido Conservador en la ciudad inglesa de Manchester.
La nueva propuesta de Johnson remitida este miércoles a la UE prevé “suprimir” la salvaguarda diseñada para evitar una frontera en Irlanda del Norte y sustituirla por un “área regulatoria” provisional en la isla de Irlanda que evitaría controles fronterizos. 
El Parlamento autónomo norirlandés debería dar su visto bueno a ese arreglo antes de que entre en vigor así como ratificar su aprobación cada cuatro años y, según adelantó Johnson es la última propuesta que piensa poner sobre la mesa. 
Al cumplirse ese límite temporal de cuatro años, el Parlamento autónomo norirlandés podría decidir si la región se mantiene alineada con los estándares comunitarios o bien si se reintegra en la legislación británica.
El líder “tory” señala en la carta enviada al jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, que la salvaguarda que aceptó May era un “puente” hacia la futura relación que ella quería establecer con la Unión Europea. Johnson, sin embargo, no desea que el Reino Unido esté tan “integrado” en las estructuras comunitarias como ella pretendía, sino que aspira a firmar un acuerdo de libre comercio que le permita “retomar el control” completo de su política con terceros países. 
“En esas circunstancias, la cláusula propuesta (para Irlanda del Norte) es un puente hacia ninguna parte y debemos encontrar un nuevo camino”, recalca en su misiva a Juncker. “El compromiso que nosotros proponemos suprime la llamada salvaguarda, incluida en el anterior acuerdo de salida”, explica Johnson, en un texto encabezado con el título: “Un compromiso razonable y justo”.
La propuesta británica estipula que Irlanda del Norte debe abandonar la unión aduanera comunitaria cuando el Reino Unido rompa sus lazos con la UE, una vez transcurrido un periodo de transición que se alargaría, previsiblemente, hasta finales de 2020. 
La región se mantendría alineada con las regulaciones del mercado único, pero tan solo en lo referente a la libre circulación de mercancías, lo que evitaría que se levanten barreras fronterizas entre las dos Irlandas, tal como exigen los acuerdos de paz firmados en 1998. “Estamos proponiendo que todos los procesos aduaneros necesarios para cumplir con los regímenes comerciales del Reino Unido y la UE deberían tener lugar bajo unas bases descentralizadas”, indica la oferta británica.
El papeleo necesario para importar y exportar bienes a través de la frontera irlandesa, el único límite terrestre que habrá entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit se haría de manera “electrónica”, según esa propuesta, que ahora deben valorar los 27 líderes comunitarios restantes.
El Ejecutivo de Dublín advirtió de que el “plan B” de Johnson no es viable y reiteró que aún espera que el Reino Unido presente una “propuesta seria” para lograr un Brexit ordenado antes del 31 de octubre, la fecha límite fijada para este divorcio.
El viceprimer ministro y titular de Exteriores irlandés, el democristiano Simon Coveney, añadió en su cuenta de Twitter que su país e Irlanda del Norte “se merecen algo mejor”, en referencia a la supuesta solución ideada por Johnson para abordar el espinoso asunto fronterizo.
Por su parte, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, reiteró este miércoles en el Parlamento de Dublín que “la ciudadanía no quiere fronteras aduaneras entre el norte y el sur”. 
“Ningún Gobierno británico debería buscar la imposición de puestos aduaneros en contra de la voluntad de la gente de la isla de Irlanda”, agregó Varadkar.
La salvaguarda, que Johnson exige sea eliminada del acuerdo negociado por su predecesora -la también conservadora Theresa May-, tiene como objetivo evitar una frontera entre las dos Irlandas, clave para sus economías y el proceso de paz.

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