HONG-KONG.- Cientos de manifestantes prodemocracia vestidos de negro cantaron el
miércoles “Liberen Hong Kong, la revolución de nuestros tiempos” ante el
Tribunal Supremo de la ciudad, mientras un destacado activista recurría
la sentencia de seis años de cárcel por disturbios en 2016.
Las
paredes del tribunal estaban repletas de graffitis: “La historia nos
absolverá”, “Si nos quemamos te quemas con nosotros” y “No hay vuelta
atrás para Hong Kong”.
El centro financiero asiático
está luchando por recuperarse de un fin de semana de violentos
enfrentamientos entre la policía y decenas de miles de manifestantes,
con partes de la ciudad prácticamente cortadas debido a la paralización
del metro que fue blanco de vandalismo.
Decenas de tiendas se
cerraron después de haber sido incendiadas o destrozadas, a la espera de
más protestas en los próximos días. Algunas calles estaban llenas de
vidrios rotos y escombros metálicos de las protestas.
Las manifestaciones comenzaron hace cuatro meses en oposición a un
proyecto de ley de extradición ahora retirado que habría permitido el
envío de sospechosos a China, pero se han extendido hacia un movimiento
pro-democrático en medio del temor a que Pekín esté socavando la fórmula
de “un país, dos sistemas” de Hong Kong, que da a los residentes mayor
libertad que en la China continental. Los disturbios suponen la peor crisis política desde que Reino Unido devolviera la ciudad a China en 1997 y el mayor desafío para el presidente Xi Jinping desde que asumió el poder en 2012.
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