PARÍS.- Un 70 % de las emisiones de dióxido
de carbono (CO2) relacionadas con la energía no están sometidas a ningún
gravamen, según la OCDE, que lamenta que no se utilicen más los
impuestos para luchar contra el cambio climático y la contaminación
atmosférica.
En un informe publicado este martes, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
destaca que, al margen de los combustibles utilizados en el transporte
por carretera, solo un 18 % del resto de emisiones tiene algún tipo de
tasas.
Y, en realidad, únicamente a un 3 % se les aplica un
impuesto de al menos 30 euros (unos 33 dólares) por tonelada de CO2, que
se considera un referente mínimo para compensar el daño medioambiental.
Un mínimo que, sin embargo, ni siquiera permitiría alcanzar los
objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático para limitar a
dos grados el aumento de la temperatura global para finales de siglo.
Solo cuatro de los 44 países analizados en el estudio (Dinamarca,
Holanda, Noruega y Suiza) tienen tasas superiores a esos 30 euros para
las emisiones que se producen fuera del transporte por carretera. España
se sitúa en la parte baja de la tabla, con algo menos de 5 euros por
tonelada (5,5 dólares).
La OCDE recuerda que el
combustible de los aviones y de los barcos, cuando se utiliza para el
transporte internacional, no está sometido a ningún impuesto pese a que
esas actividades contribuyen de forma relevante al cambio climático.
De ser un país, las emisiones generadas por el tráfico marítimo
internacional serían el noveno que más contribuye al calentamiento
global, y las de la aviación el duodécimo.
El carbón,
que es responsable de la mitad de las emisiones, está sometido a una
fiscalidad prácticamente nula (0,73 euros/0,80 dólares por tonelada de
CO2, de media).
La gasolina es, con diferencia, el
combustible fósil sujeto a una mayor imposición, de 85,83 euros por
tonelada (94,5 dólares), seguido del diésel (73,76 euros/81,2 dólares)
y, a muy gran distancia, del gas licuado de petróleo (11,12 euros/12,2
dólares) y del gas natural (5,26 euros/5,79 dólares).
Los autores del informe hacen notar que el pasado año las emisiones
globales de CO2 aumentaron un 1,8 % a un máximo histórico, una evolución
que está en contradicción con el objetivo de una profunda reducción
fijado en los Acuerdos de París.
Si la carga fiscal
total por las emisiones de CO2 se fijara en 30 euros por tonelada, eso
permitiría generar alrededor del 1 % del producto interior bruto (PIB)
en estos 44 países.
La OCDE destaca que gracias a ese
dinero, se podrían llevar a cabo reformas fiscales en profundidad, como
por ejemplo reducir el impuesto sobre la renta o aumentar las
inversiones en campos que aumentan la productividad, como la educación,
la sanidad o las infraestructuras.
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