MOSCÚ.- El
presidente ruso, Vladímir Putin, apostó hoy por la venta de armamento
como reclamo para consumar el retorno de Rusia a África, en una
histórica cumbre que busca restablecer los lazos de la antigua Unión
Soviética con el continente.
"África
se está convirtiendo en uno de los centros de crecimiento de la
economía mundial", aseguró Putin durante su intervención en el plenario
que abrió la primera cumbre Rusia-Africa en el balneario de Sochi (mar
Negro).
Siguiendo
la senda marcada por China, que lanzó un ambicioso programa de
cooperación con la región en el año 2000, el Kremlin logró reunir a 43
líderes africanos y a más de 10.000 empresarios y personalidades del
Magreb y el África subsahariana.
Putin,
quien subrayó que, a diferencia de Occidente, Rusia no se propone
esquilmar los recursos naturales del continente o entrometerse en sus
asuntos internos, recordó que Moscú perdonó a los países africanos más
de 20.000 millones de dólares en deuda externa y ayudó a combatir el
ébola con "la mejor vacuna del mundo".
También
apeló a la nostalgia, al aludir a que el Kremlin contribuyó a la
descolonización del continente y a la liberación de sus pueblos, tras lo
que prometió que apoyará los planes de las compañías rusas de "ampliar
su presencia en África".
Putin
llamó a duplicar, "como mínimo", el volumen comercial "en los próximos
cuatro-cinco años" y adelantó que Moscú contribuirá al acercamiento
entre la Unión Económica Eurasiática y las zonas de libre comercio de la
región habitada por más de 1.200 millones de personas.
"En
cinco años el comercio aumentó más del doble y rebasó los 20.000
millones de dólares. Yo creo que eso es demasiado poco. De esa cantidad,
7,7 millones corresponden a nuestro comercio con Egipto, el 40 %. Y en
África hay muchos socios potenciales, muchos", explicó.
Uno
de los principales invitados fue precisamente el presidente egipcio,
Abdelfatah al Sisi, quien abogó por "agilizar" la edificación de un
polígono industrial ruso en la zona del canal de Suez, e invitó al jefe
del Kremlin a asistir al inicio de la construcción por Rusia en 2020 de
la primera central nuclear del país árabe, El Dabaa.
"Vemos
a Rusia como un socio fiable del continente africano. Esperamos que
Rusia trabaje con África en todas las esferas y ámbitos, incluido en
desarrollo y financiación de proyectos de infraestructura...y también en
energía y construcción de carreteras", afirmó.
Acompañaron
al presidente ruso los ministros de Economía y Recursos Naturales y los
jefes de corporaciones como la petrolera Lukoil o Ferrocarriles de
Rusia, pero todas las reuniones bilaterales que mantuvo hoy Putin con
los líderes africanos acabaron desembocando de una u otra forma en el
comercio de armas.
El
mismo Al Sisi subrayó que su país está "muy interesado" en la
cooperación técnico-militar, aduciendo que Moscú ha sido el socio
tradicional de El Cairo durante "muchas décadas".
El
monopolio de exportación de armamento, Rosoboronexport, informó hoy de
que Moscú venderá este año a África 4.000 millones de dólares en armas
ligeras, cohetes, armamento antitanque, blindados, helicópteros, aviones
o sistemas de misiles.
Entre
esos clientes figura Etiopía, que acaba de recibir varios sistemas de
misiles antiaéreos Pantsir-S1; Angola, que importó una partida de cazas
Su-30, y Níger, que ha firmado un contrato para la compra de una docena
de helicópteros de asalto Mi-35.
Además,
el consorcio estimó en 14.000 millones de dólares los encargos
planteados a la industria militar rusa por los países africanos para los
próximos años, lo que confirmaría los informes de organismos
internacionales de que Rusia cubre la mitad de las necesidades del norte
del continente y un tercio del África subsahariana.
Mozambique,
que tiene un fusil Kaláshnikov en su bandera nacional, también se
interesó por adquirir nuevo armamento, en particular helicópteros,
mientras el primer ministro del Gobierno de Unión Nacional (GNA) de
Libia, Fayez Al Serraj, se mostró dispuesto a firmar nuevos contratos
con Moscú, pese al embargo que pesa sobre Trípoli.
El
presidente de la República Centroafricana, Faustin Archange Touadera,
fue uno de los que más efusivamente agradeció a Putin su apoyo al
Ejército del país y le animó a seguir suministrando armamento y
adiestrando a sus tropas.
La
cooperación entre Moscú y Bangui ha sido criticada por la supuesta
presencia de mercenarios rusos, que habrían llegado de la mano de
compañías militares privadas como Wagner dirigida por un magnate cercano
al Kremlin, Yevgueni Prigrozhin, también presente en Siria y Ucrania.
En
dicho contexto tres periodistas rusos fueron asesinados en julio de
2018 cuando investigaban la labor de mercenarios rusos en dicha
república (la Cancillería rusa insiste en que en el país sólo hay
instructores militares), asunto que fue abordado hoy por Putin y
Touadera.
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