JOHANNESBURGO.- La vigésimo octava edición del Foro Económico Mundial
para África concluyó hoy en Sudáfrica poniendo el énfasis en el
crecimiento inclusivo y los retos de la cuarta revolución industrial,
pero estuvo marcada por disturbios xenófobos y protestas contra la
violencia machista en el país anfitrión.
La jornada de
clausura coincidió, además, con la noticia de la muerte del
expresidente zimbabuense Robert Mugabe, uno de los grandes nombres de la
lucha anticolonial africana que acabó monopolizando el poder en su país
durante 37 años.
"Cuando los líderes se reúnen y escuchan a otros líderes
se consigue inspiración y se vuelve a casa y se ponen en marcha cosas",
destacó el noruego Børge Brende, presidente del Foro Económico Mundial,
encargado de las conclusiones de cierre junto a la presidenta de
Etiopía, Sahlework Zewde, y el ministro de Finanzas sudafricano, Tito
Mboweni.
A la cita, celebrada en la urbe costera de
Ciudad del Cabo, acudieron también otros líderes africanos como los
presidentes de Botsuana, Namibia, Uganda o Seychelles, así como cientos
de empresarios y expertos de dentro y fuera del continente.
La
imagen del país anfitrión, sin embargo, atravesaba horas bajas a raíz
de los disturbios y saqueos xenófobos ocurridos en los últimos días en
la zona de Johannesburgo -con un balance de al menos 10 muertos y algo
más de 400 de detenidos-, lo que desencadenó tensiones y fuertes
críticas contra Sudáfrica del resto de la región.
El
foco central de esta edición estaba puesto en los desafíos de la cuarta
revolución industrial, con discusiones en torno a la economía de los
datos, el uso de drones en África o las identidades digitales.
También
se centró en la necesidad de un crecimiento inclusivo para África, un
continente cuya economía crecerá un 4 % este año, según las previsiones
del Banco Africano de Desarrollo.
Esto será en gran
medida gracias al impulso de naciones como Ghana (la economía que más
crecerá del mundo en 2019), Etiopía, Senegal, Costa de Marfil o Ruanda.
En
el otro lado de la balanza se quedan países como Zimbabue, en medio de
una graves crisis; y en cierta medida también las dos economías más
grandes de la región, Nigeria y Sudáfrica, con crecimientos modestos.
"La
recuperación del continente permanecerá frágil", advirtió hoy durante
uno de los actos del foro Albert Zeufack, economista jefe del Banco
Mundial para África.
Las principales amenazas para la
región recaen, según Zeufack, en los altos niveles de endeudamiento, los
potenciales efectos adversos globales de las tensiones entre China y
Estados Unidos y la necesidad de impulsar el mercado a nivel
intrarregional, una área en la que África dio precisamente un paso
fundamental este año con la entrada en vigor del tratado de libre
comercio continental.
Pero durante este foro se
trataron también con especial hincapié otros temas, como la igualdad de
género y la violencia machista.
Ese debate vino
impulsado por las multitudinarias protestas que se vivieron en Sudáfrica
en los últimos días -desencadenadas por la violación y asesinato de una
joven universitaria en Ciudad del Cabo- para que el Gobierno admitiese
que la violencia contra las mujeres es una "crisis nacional" y tomase
medidas duras, como el endurecimiento de las penas.
Así
pues, el foro confeccionó un plan de acción contra esta lacra que
abarca cómo los sistemas de información digitales pueden mejorar la
respuesta de emergencia, apoyo a emprendedoras y el establecimiento de
un fondo de ayuda para Sudáfrica.
"Debe haber
tolerancia cero para la violencia de género. Es simplemente espantoso y
totalmente inaceptable", recalcó Brende en las conclusiones de cierre.
La
necesidad de servicios de salud con cobertura universal, el combate
contra el ébola, la reducción del uso del plástico, el trabajo por la
paz o el cambio climático también fueron protagonistas de debates.
La próxima edición del Foro Económico Mundial para África se celebrará en el 2020 en Etiopía.
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