WASHINGTON.- El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el viernes que los
costos de su prolongada guerra comercial están cayendo directamente
sobre China, pero uno de sus asesores advirtió que la lucha entre las
superpotencias económicas podría prolongarse durante años.
Negociadores
de alto nivel de Estados Unidos y de China deben reanudar a principios
de octubre en Washington el diálogo comercial estancado desde hace
cuatro meses, en tanto a fines de septiembre se prevén reuniones
preparatorias de personal de menor rango, señalaron ambas partes.
Según Trump, China está bajo presión para sentarse a la mesa.
"China
se está comiendo los aranceles", dijo Trump en Twitter, repitiendo su
afirmación de que tasas arancelarias más altas significan que Washington
recaudó miles de millones de dólares de la economía asiática, y no así
los importadores estadounidenses.
"China está teniendo el peor año en décadas. Las conversaciones están sucediendo, ¡bueno para todos!", agregó.
Las
dos economías más grandes del mundo están enfrentadas desde hace unos
18 meses en una tensa pelea que supuso aranceles mutuos, que se
intensificó el 1 de septiembre cuando ambas partes se impusieron nuevos
gravámenes sobre bienes por valor de cientos de miles de millones de
dólares.
Trump
dice que quiere forzar a China a un cambio radical en la protección de
la propiedad intelectual y otros aspectos clave de la relación comercial
actual.
Pero
el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, advirtió que la
guerra comercial podría extenderse de manera similar a la Guerra Fría
bajo la presidencia de Ronald Reagan en la década de 1980.
"Hay mucho en juego, tenemos que hacerlo bien. Si eso lleva una década, que así sea", dijo Kudlow a periodistas.
"Este
es el tipo de cosas en las que se observan consecuencias de largo
alcance ... así que si nos lleva más tiempo hacerlo y hacerlo bien, que
así sea", apuntó.
Y
agregó: "No me tocó pasar toda la Guerra Fría, pero buena parte sí. Y
tomó décadas, décadas, llegar a donde queríamos estar con la antigua
Unión Soviética".
Trump
ha insistido en las últimas semanas en que la desaceleración de la
economía de China forzará a Pekín a llegar a un acuerdo favorable a
Estados Unidos.
Sin embargo, hay señales crecientes de que la guerra comercial también ha comenzado a pesar en la economía de Estados Unidos.
Los
reportes de ganancias corporativas indican que las compañías
estadounidenses se han visto afectadas por el aumento de los aranceles y
la incertidumbre comercial.
Un
informe publicado esta semana dijo que más de 10.000 recortes de
empleos anunciados el mes pasado son resultado de las "dificultades
comerciales".
Ambas
partes aumentaron los aranceles el mes pasado y para fines de año,
Trump planea gravar todas las importaciones de China, que según datos de
2018 equivalen a unos 540.000 millones de dólares.
Pero Kudlow dijo que las conversaciones cara a cara se reanudarán en una atmósfera más tranquila a pesar de los aranceles.
"No
quiero predecir nada. Solo digo que es bueno que vengan aquí y que los
ánimos estén más tranquilos", dijo Kudlow a la cadena CNBC.
"Nos
encantaría volver a donde estábamos en mayo, cuando nos estábamos
acercando a un acuerdo, tal vez estábamos 90% del camino", agregó.
Después
de meses de señales positivas de ambas partes, las conversaciones se
interrumpieron abruptamente en mayo cuando los funcionarios
estadounidenses acusaron a sus contrapartes chinas de dar marcha atrás a
los compromisos realizados hasta ese momento.
"Es muy positivo que negociemos y puede ser que algo positivo salga de eso", dijo Kudlow.
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