MOSCÚ.- El Banco Central de Rusia (BCR) ha rebajado en dos
décimas sus previsiones de crecimiento de la economía rusa para 2019, al
calcular que el PIB del país avanzará entre el 0,8 % y el 1,3 %, debido
a una "actividad económica débil", en lo que supone la segunda
reducción de las perspectivas en tres meses.
Así lo
decidió el consejo de directores del Banco de Rusia en su reunión de
hoy, la primera después del receso de verano, en la que también recortó
otro cuarto de punto -por tercera vez en lo que va de año- el tipo de
interés, hasta el 7 %.
En un comunicado, la entidad monetaria de Rusia explica
que las tasas de crecimiento de la economía continúan siendo más bajas
de lo esperado por el Banco Central, debido a "un debilitamiento de la
demanda externa de exportaciones rusas en medio de una ralentización
económica global".
Asimismo, el Banco Central de Rusia
atribuye la débil actividad económica a "unas dinámicas átonas de las
inversiones, incluidas las que se refieren a los gastos
gubernamentales".
La actividad económica de Rusia ha
sido débil desde el inicio del año, ya que en el primer trimestre creció
un 0,5 % y en el segundo un 0,8 %, según datos oficiales.
Los
indicadores de julio y agosto apuntan a un empeoramiento de las
condiciones en el sector de la industria y el crecimiento de comercio
minorista sigue ralentizándose en términos interanuales, debido a un
"estancamiento de los ingresos reales disponibles de los hogares" ,
explica la institución monetaria.
El Banco Central
también revisó a la baja sus previsiones para 2020 y 2021 (entre un 1,5 %
y un 2 %, y entre un 1,5 % y un 2,5 %, respectivamente), "teniendo en
cuenta el esperado frenazo en la economía mundial".
Eso
sí, indica que el crecimiento debería acelerarse hasta un 2 % o 3 % en
2022 si las medidas del Gobierno para superar obstáculos estructurales
se implementan efectivamente, como los proyectos de infraestructuras
nacionales prometidos.
En cuanto a la inflación, la
entidad emisora precisa que ha recortado otro cuarto de punto el tipo de
interés porque, si bien la inflación está bajando en el país, al mismo
tiempo "las expectativas de inflación permanecen elevadas".
La inflación bajó en agosto al 4,3 % desde el 4,5 % registrado en julio.
De
esta manera, las previsiones de la institución hasta finales de año
sitúan la tasa de la inflación en entre un 4 % y un 4,5 %, dos décimas
menos que sus proyecciones anteriores.
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