LONDRES.- La furia por el “infierno” del Brexit es tan intensa que podría
alentar la violencia en Reino Unido, a menos que los políticos moderen
su retórica, dijo el jueves el marido de una legisladora asesinada una
semana antes del referéndum de 2016.
El Parlamento llegó a un
punto álgido el miércoles cuando el primer ministro Boris Johnson y sus
opositores se involucraron durante horas en un agrio debate sobre el
Brexit, con acusaciones de traición y abuso de poder.
Jo Cox, una
parlamentaria de 41 años del opositor Partido Laborista y madre de dos
niños, murió el 16 de junio de 2016 a disparos de Thomas Mair, un
solitario obsesionado con los nazis y la ideología de extrema derecha.
El
esposo de Cox, Brendan, dijo que estaba sorprendido por el lenguaje
incendiario y señaló que ambas partes deberían reflexionar sobre el
impacto de las palabras que usaron.
“Descender a este pozo de
polarización es peligroso para nuestro país”, dijo a la BBC. “Crea una
atmósfera donde la violencia y los ataques son más probables”.
El
Brexit ha mostrado un Reino Unido dividido por otras cosas más allá de
la pertenencia a la Unión Europea y ha alentado debates que van desde la
secesión y la inmigración hasta el capitalismo, el imperio y la propia
identidad británica.
La rabia y la ferocidad del debate sobre el Brexit ha conmocionado a
los aliados de un país que se ha enorgullecido de ser un pilar confiable
de la estabilidad económica y política occidental.
El portavoz
parlamentario John Bercow pidió a los diputados el miércoles que dejaran
de tratarse como enemigos y que el ambiente en la Cámara de los Comunes
era el peor que había visto desde que fue elegido hace 22 años.
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