TOKIO.- Es posible que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, haya evitado
conceder demasiado en las negociaciones comerciales con el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, pero Tokio está luchando por lograr su
objetivo principal antes de que finalice el plazo de un mes: conseguir
que el imprevisible presidente aparque las amenazas de aplicar
aranceles a los automóviles.
Incluso después de anunciar un
acuerdo preliminar con Abe el 25 de agosto, Trump dejó abierta la
posibilidad de imponer tasas más altas a los vehículos japoneses, uno de
los pilares de la tercera economía más grande del mundo y, sin lugar a
dudas, el principal bien exportado por Japón a Estados Unidos.
Trump
y Abe están buscando un acuerdo final antes de su reunión prevista al
margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas a lo largo de este
mes.
Pero los negociadores acaban de empezar a trabajar en los
detalles, como la cantidad de aranceles que se reducirán para cada uno
de los artículos, según dijeron responsables del Gobierno
japonés familiarizados con las negociaciones.
Un
acuerdo este mes podría ser complicado, ya que hay poco tiempo para
aclarar las áreas políticamente delicadas, como los productos agrícolas y
los automóviles, y eliminar cualquier obstáculo legal, dicen los
responsables.
“Todavía no hay ningún acuerdo entre los dos países”, dijo un responsable. “Las negociaciones no han hecho más que empezar.”
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