LUXEMBURGO.- En España uno de cada cuatro trabajadores tuvo en 2018 un
contrato temporal (26,9%), la cota más alta entre los países de la
Unión Europea y cerca del doble que la media comunitaria, que fue del
14,1 %, según los datos difundidos este viernes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
España se colocó en el primer lugar de la clasificación de empleo temporal en
2017, cuando alcanzó una media del 26,8%, superando a Polonia, país que
se había mantenido en cabeza de este ránking de precariedad desde el
año 2013.
La tasa de empleo temporal se dispara hasta el 71,2% en
el caso de los jóvenes de entre 15 y 24 años, también la más elevada
entre los Veintiocho y superior al 43,3 % de media.
La
temporalidad afecta más a las mujeres, en concreto a un 27,8% de las
empleadas españolas frente al 26 % entre los hombres, una brecha similar
a la que se observa en el conjunto de la UE, donde la tasa es del 14,7%
para las mujeres y del 13,6% en los hombres.
Entre
los países del club comunitario, a España le siguen con las cotas más
altas Polonia (24,3%), Portugal (22%), Holanda (21,2%) y Croacia
(19,9%). En el extremo contrario se sitúan Rumanía, donde solo el 1,1%
de los empleados tiene un contrato temporal, Lituania (1,6%), Letonia
(2,7%), Estonia (3,5%) y Bulgaria (4%).
La Comisión
Europea ha advertido a España en varias ocasiones por la temporalidad
del empleo, la última vez en febrero, cuando le recordó que, pese a que
se está estabilizando tras crecer durante la crisis, la tasa sigue
siendo alta y los contratos temporales se usan "ampliamente" en todos
los sectores, incluidos aquellos con poca estacionalidad.
Bruselas
destacó que estos contratos además son con frecuencia de muy corta
duración, el 32,6% de menos de seis meses y el 17,3% de solo un mes, lo
que "implica un acceso limitado a formación específica para el empleo y
dificultades para lograr derecho a recibir prestaciones por desempleo".
En
España el 23,1% de los trabajadores temporales están en riesgo de
pobreza, en comparación con el 7,3% de los empleados indefinidos, según
el Ejecutivo comunitario.
Bruselas señala como retos
para el país la necesidad de mejorar las habilidades de los
trabajadores, los servicios para la incorporación al mercado laboral y
los resultados de la evaluación, aunque reconoce que los "esfuerzos para
luchar contra el abuso de los contratos temporales y no declarados
están dando frutos".
Hasta octubre de 2018, las
inspecciones de trabajo llevaron a convertir más de 169.000 contratos
temporales en indefinidos, un 82 % más que en 2017, según la Comisión.
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