ROMA.- El ministro del Interior de Italia y
líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, afirmó hoy que está
orgulloso de su política de freno a la inmigración y sostuvo que "las
políticas egoístas, racistas y fascistas salvan vidas".
"Estoy orgulloso de haber reducido las salidas, los desembarcos y el
número de muertos. Mi objetivo es que esos niños, hombres y mujeres no
tengan que huir por desierto y por mar, y tengan un futuro en sus países
de origen", subrayó Salvini en una retransmisión en directo desde las
redes sociales.
"Estoy contento porque las políticas egoístas, racistas y fascistas salvan vidas", añadió.
El Ministerio del Interior de Italia ha publicado hoy los datos
relativos a las llegadas de inmigrantes al país y las cifras muestran
que este año han desembarcado 23.210 personas, un 87,85 % menos que en
2017, cuando ascendieron a 118.914, y un 92,80 % menos que en 2016, con
180.327 personas.
Salvini justificó su decisión de
cerrar los puertos italianos a los inmigrantes rescatados en el mar
Mediterráneo como medida de prevención contra los traficantes de
personas, que "compran drogas y armas" con el dinero que cobran a las
personas que quieren llegar a Europa para buscar un futuro mejor.
"En nuestro país entra quien tiene derecho y llega pidiendo permiso,
por favor y diciendo gracias. ¿Esto es nazi o fascista? No, es lo
justo", opinó.
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