LA PAZ.- El Gobierno boliviano espera que los
acuerdos firmados con empresas brasileñas para la venta de gas y urea
reporten entre 800 y 1.000 millones de dólares a Bolivia, informó hoy
una fuente oficial.
"Entre 800 a 1.000 millones de
dólares va reportar los acuerdos que hemos firmado con las empresas
privadas de Brasil", dijo el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Luis
Sánchez, en un comunicado de este departamento.
Los acuerdos fueron firmados la pasada semana en la
ciudad de Santa Cruz, capital económica de Bolivia, entre la empresa
estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y las firmas
brasileñas GP Camacari, MSGÁS y Hinove Agrociencia.
Además de la venta de gas y del fertilizante urea, prevén la
participación en su comercialización y distribución en Brasil y que YPFB
sea socio en proyectos termoeléctricos en este país, recordó.
El ministro añadió que para YPFB "es momento de reinventarse", por lo
que en 2019 prevé empezar a operar "en otros ámbitos a los habituales,
en especial en el exterior, en la comercialización, en la distribución".
Sánchez recordó que Bolivia tiene actualmente las mayores reservas de
gas de su historia, de unos 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF).
"Lo que nos permite garantizar el mercado interno por quince años más y
además de cumplir con los compromisos con los mercados de exportación y
los nuevos mercados, que estuvimos firmando días atrás", aseguró.
La autoridad agregó que "de acuerdo a las proyecciones técnicas que
tenemos con los pozos exploratorios, esperamos casi duplicar las
reservas de gas".
El titular de Hidrocarburos se
refirió también a los combustibles menos contaminantes, una de las
apuesta del Gobierno boliviano.
"Este 2018 podemos
decir que es el año de los combustibles verdes", comentó en referencia
al inicio de la comercialización en Bolivia de etanol producido en el
país como aditivo para gasolina.
"Un acuerdo
histórico entre Estado y sector privado que permite una inversión de
1.600 millones de dólares, la generación de 30.000 nuevas fuentes de
empleo y un crecimiento -de la economía- del 0,9 % en el primer año del
proyecto", resaltó.
El objetivo en 2019 es
implementar la gasolina denominada Súper Etanol 97, un proyecto piloto
para la importación de vehículos Flex Fuel, que consumen alcohol
hidratado, y la incorporación del biodiesel, que "esperamos que hasta el
último trimestre de la próxima gestión ya pueda estar en el mercado",
concluyó.
Bolivia tiene en la venta de gas a países
vecinos uno de los principales ingresos del Estado, con contratos
especialmente en Brasil y Argentina, y apuesta por la producción
nacional de aditivos a la gasolina y el diesel para reducir la
importación de estos combustibles.
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