MOSCÚ.- La Casa Rusia, tradicionalmente el
centro de operaciones de los empresarios y políticos rusos durante la
celebración del Foro Económico Mundial, no estará presente en enero
próximo en la estación alpina suiza de Davos ante el "veto" impuesto por
la organización a tres oligarcas rusos sancionados.
La Fundación Roscongress anunció hoy en un comunicado que "ha dejado de
preparar el programa de eventos empresariales en la Casa Rusia debido a
la imposición de restricciones a la participación de empresarios rusos
en el Foro Económico Mundial", cuya próxima edición se celebrará del 22
al 25 de enero.
El 7 de noviembre el diario británico "Financial Times"
informó que el Foro de Davos había "vetado" la asistencia del magnate
ruso del aluminio Oleg Deripaska, del multimillonario industrial Víktor
Vekselberg y del presidente del banco VTB, Andréi Kostin, al próximo
evento anual por las sanciones de EEUU a estos tres oligarcas.
Consultado en Ginebra, el Foro Económico Mundial no quiso
entonces comentar la información, que provocó que el primer ministro de
Rusia, Dmitri Medvédev, anunciara el 13 de noviembre que los miembros
del Gobierno ruso y de las empresas con participación estatal no
participarán más en el Foro.
La Casa Rusia era
conocida no solo porque servía para encuentros entre políticos y
empresarios y para cerrar acuerdos, sino también porque invitaba, como
el año pasado, a degustaciones de vinos y otras bebidas alcohólicas,
contaba con un bar abierto durante largas horas y un espacio para
celebrar fiestas.
A juicio de Roscongress, que
organiza cada año la Casa Rusia, la decisión de la organización del Foro
Económico Mundial supone una excusa "absurda y destructiva para socavar
los cimientos de la cooperación empresarial, que tardaron décadas en
forjarse".
"Estas disputas no sirven para crear una
plataforma para el diálogo eficaz y fructífero entre representantes de
diferentes países en Davos", reprimió la Fundación a la organización.
Roscongress basa su decisión de cancelar el proyecto de la Casa Rusia
en Davos en sus conversaciones con "muchos miembros de las comunidades
empresariales rusas e internacionales", que habrían expresado su
"preocupación" por la decisión del Foro y que por ello habían decidido
no acudir" a la edición de 2019.
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