martes, 13 de noviembre de 2018

Auditores de la UE califican de "ineficiente" la ayuda europea a los refugiados en Turquía

LUXEMBURGO.- El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea calificó hoy de "ineficiente" la ayuda europea a proyectos humanitarios para refugiados en Turquía, pese a que las necesidades básicas "están cubiertas".

Según un informe publicado hoy por el Tribunal, la institución de auditoría independiente de la Unión Europea (UE), esta ineficiencia se debe a la "gestión inadecuada" de los fondos, la falta de datos y las crecientes dificultades de las ONG desde el fallido golpe de Estado en Turquía.
Los auditores criticaron la coordinación "insuficiente" en la movilización del primer tramo de la ayuda acordada en el pacto migratorio entre Bruselas y Ankara de marzo de 2016, de 3.000 millones de euros, a ser repartidos entre 2016 y 2017.
En concreto, examinaron los resultados de la ayuda en los proyectos humanitarios destinados a asistir a los refugiados, principalmente a través de prestaciones en efectivo, aludiendo al mayor tiempo que requieren el resto de actividades en dar resultados palpables.
Pese a que los auditores pudieron constatar que las necesidades básicas de los refugiados estaban "cubiertas", la ayuda "no ha conseguido cumplir completamente su objetivo de coordinar una respuesta (a la crisis de refugiados) de forma efectiva", dijo en rueda de prensa la líder del equipo de auditores, Bettina Jakobsen.
Jakobsen aseguró que aunque la mayoría de los proyectos auditados habían conseguido el rendimiento esperado, la mitad no habían logrado beneficios sostenibles a largo plazo.
"Se podría haber conseguido mucho más con el mismo dinero, pero (los beneficios) en el terreno se ven, son tangibles", valoró el gerente principal de la sala III de la corte europea, encargada de la inspección, Alejandro Ballester, quien estimó que cerca de "1,5 millones de refugiados se han beneficiado de los programas de ayuda en efectivo".
El Tribunal criticó no obstante la negativa de las autoridades turcas a la hora de aportar la información necesaria para seguir el progreso de los beneficiarios de proyectos de ayuda en efectivo desde su registro hasta que reciben las prestaciones, acogiéndose a la legislación vigente en el país sobre protección de datos.
Esto hizo imposible comparar el listado de refugiados registrados por las autoridades turcas al entrar al país con el listado final de beneficiarios de proyectos europeos, de los que sólo pudieron conseguir datos anónimos que limitaron de gran manera la precisión de su inspección, aseguraron los auditores.
"Desde que trabajo para el Tribunal, nunca me he visto en la situación de no haber recibido los documentos requeridos", confesó Jakobsen en este sentido, quien aprovechó para criticar además la envergadura de los sobrecostes administrativos, muchas veces "insuficientemente justificados".
En consecuencia, los auditores propusieron a la Comisión Europea (CE) una batería de recomendaciones, entre ellas simplificar y asegurar la complementariedad de los mecanismos de ayuda, elaborar una estrategia de transición de ayuda humanitaria a ayuda al desarrollo y mejorar la eficiencia de los proyectos de asistencia en efectivo.
Asimismo, llamó al Ejecutivo comunitario a ponerse de acuerdo con Ankara en las prioridades a abordar en áreas relacionadas con infraestructura municipal y apoyo socioeconómico, y a intensificar la supervisión y seguimiento sobre la ayuda acordada.
Por último, el organismo auditor instó a la Comisión a que presione a Turquía para compartir información relativa a los refugiados y a que, además, alivie la situación que viven las ONG internacionales tras el fallido golpe de Estado en el país, que ha resultado en un "ambiente mucho más restrictivo" e intervalos de "suspenso en la puesta en marcha de proyectos", según Ballester.
La ayuda europea a los refugiados en Turquía acordada en el pacto consiste en dos tramos, de 3.000 millones de euros cada uno, que suman un total de 6.000 millones a ser distribuidos entre 2016 y 2019.
Del primer tramo, del cual 1.400 millones de euros fueron destinados a proyectos humanitarios, 2.000 millones corrieron a cargo de los Estados miembros y 1.000 millones provinieron de los fondos comunitarios.
El Tribunal de Cuentas Europeo envió a la CE el informe, que será después remitido al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE para discutir las recomendaciones y su implementación, aunque no prevé de momento más auditorías sobre la situación de los refugiados en el terreno.

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