RIAD.- El ministro de Petróleo de Arabia
Saudí, Jaled al Faleh, reconoció hoy que el reino está pasando días
"difíciles" y de "crisis" por el caso Khashoggi, aunque aseguró que las
reformas que lleva adelante el país no se detendrán.
"Son días difíciles, vivimos una crisis por el lamentable y abominable
incidente que ocurrió en Turquía (...) pero el reino está en una
transformación histórica de proporciones sin precedentes", dijo Al Faleh
en su intervención en el foro Future Investment Initiative o "Davos del
desierto", que comenzó hoy en Riad, a pesar del boicot de algunos
Gobiernos extranjeros, y numerosas personalidades de organismos y
empresas internacionales por el caso Khashoggi.
El tren de las reformas ha comenzado a moverse "y no podrá detenerse", agregó.
El responsable saudí recalcó que "nadie en el reino puede explicar o
justificar" lo ocurrido en relación al periodista Jamal Khashoggi,
muerto el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, y
aseguró que desde la cúpula del país hacia abajo, todo el país está "muy
molesto" con lo sucedido.
"El rey ha dejado claro
que habrá una investigación, justicia y retribución" para averiguar lo
que ha pasado, agregó el ministro, antes de enlazar con el proceso de
"transformación" que está impulsando Arabia Saudí para diversificar su
economía y reducir su dependencia del petróleo.
El
foro, que durará hasta el próximo jueves, está organizado por el Fondo
de Inversiones Públicas de Arabia Saudí, presidido por el príncipe
heredero, Mohamed bin Salman.
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