CARACAS.- Venezuela
sufriría un impacto catastrófico si Estados Unidos concreta la amenaza
de sancionar sus exportaciones petroleras, sin que ello garantice
cambios políticos, advierten analistas.
El
eventual embargo fue evocado por el secretario de Estado, Rex
Tillerson, quien dijo analizar opciones para "mitigar" sus posibles
secuelas.
Ya
Washington aplicó sanciones contra el presidente Nicolás Maduro y altos
funcionarios; y prohibió a ciudadanos y empresas estadounidenses
negociar deuda de Venezuela y su estatal petrolera PDVSA.
- ¿Cómo afectaría a Venezuela? -
Estados
Unidos es el principal cliente de Venezuela, que obtiene 96% de sus
ingresos del crudo y cuya industria enfrenta una severa caída de la
producción y dificultades financieras.
Según
la Agencia de Energía estadounidense, recibió de Venezuela unos 600.000
barriles diarios en 2017, lo cual equivale a un tercio de las ventas
del país sudamericano.
Pero
ello representa 75% del "flujo de caja" de Venezuela, por lo que un
embargo sería "el peor" escenario, opina el economista César Aristimuño.
Añade
que un tercio de la producción -de 1,6 millones de barriles diarios
según la OPEP- se destina a pagar deuda con China y Rusia y a acuerdos
de cooperación con el Caribe.
Otra fracción alimenta el consumo interno, con gasolina casi regalada: un dólar del mercado negro compra 214.000 litros.
Además,
Venezuela importa desde Estados Unidos unos 160.000 barriles diarios de
crudo liviano para procesar su petróleo pesado, que podría obtener de
Argelia o Nigeria aunque a mayor costo, observa el experto Orlando
Ochoa.
Según
los últimos datos de PDVSA, la producción venezolana experimenta su
peor derrumbe en 30 años (excluido un paro petrolero entre diciembre de
2002 y febrero de 2003). Hoy extrae la mitad de lo que obtenía hace una
década.
"Su flujo de caja se deteriorará aún más" por esa caída y posibles nuevas sanciones, estima la consultora Eurasia Group.
Aunque
los precios se recuperan, con su crudo rondando 60 dólares por barril,
Venezuela y PDVSA fueron declaradas en default parcial por pagos
atrasados de deuda.
En recesión desde 2014, el país tiene una deuda externa de unos 150.000 millones de dólares, 30% correspondiente a PDVSA.
La
consultora Ecoanalítica proyecta en 24.800 millones de dólares los
ingresos petroleros en 2018, con compromisos de deuda por 8.000
millones.
- ¿Cómo afectaría a EEUU? -
Un 8% de las compras de crudo de Estados Unidos proviene de Venezuela.
Las
sanciones del gobierno de Donald Trump podrían ir en dos sentidos:
restringir sus compras o frenar las ventas de crudo liviano, según James
Williams, de la consultora WRTG Economics.
Washington
podría tener a México y Canadá como "principales" sustitutos, añade
Williams, quien resalta que las importaciones desde Venezuela vienen
reduciéndose. Hubo una merma de 100.000 barriles diarios en enero.
Pero
restringir compras afectaría a refinerías como CITGO -subsidiaria de
PDVSA-, Valero Energy Corp, PBF o Philips, que perderían fuentes de
suministro y "esto significaría aumentos en los precios de la gasolina",
apuntó Williams.
En
2017, Valero anunció medidas para reducir su dependencia de Venezuela y
la OPEP, aunque Ochoa remarca que el suministro para las refinerías
estadounidenses de la Costa del Golfo de México "no se puede reemplazar
tan fácil".
- ¿Es viable? -
El
Departamento del Tesoro puede fijar sanciones petroleras con aval del
Congreso; también, medidas de presión a compradores de crudo venezolano.
Pero incluso gobiernos críticos de Maduro las rechazan.
"México
no va a imponer sanciones petroleras", advirtió el secretario mexicano
de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, preocupado por "las repercusiones
que podrían tener" sobre los venezolanos y países del Caribe.
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