BRUSELAS.- Las tiendas online tendrán
prohibido impedir que un cliente compre en un país de la UE desde una
web situada en otro, si se aprueba una propuesta hecha pública el
miércoles para que sea más fácil que los consumidores compren en
cualquier sitio del bloque.
La Comisión Europea dijo que su legislación impediría
el "geobloqueo", con el que las empresas limitan el acceso a sus páginas
web en función de la ubicación del usuario, a menudo obligando a los
clientes a utilizar versiones de su propio país, a veces con precios más
altos.
"En el mundo online, con demasiada frecuencia, los
consumidores no pueden acceder a ofertas en otros países", dijo la
Comisión en un comunicado.
"Esa discriminación no tiene cabida en el mercado único".
La normativa afectaría a compañías como Amazon, eBay y
Zalando, así como a ventas de servicios proporcionados en una ubicación
específica, como el alquiler de coches, alojamiento y entradas de
conciertos.
No se aplicaría inicialmente a artículos protegidos por
copyright, como libros electrónicos, música y juegos, aunque podrían
añadirse pronto, dijo la Comisión. Así que por el momento, un ciudadano
alemán seguiría sin poder comprar una suscripción de Spotify por ejemplo
en Estonia, donde es mucho más barato.
Según la propuesta del miércoles, que debe ser
aprobada por el Parlamento Europeo y los gobiernos nacionales para
convertirse en ley, las tiendas no podrían bloquear el acceso a sus
páginas en función de la ubicación de un usuario o redirigir a los
clientes a la versión de su propio país sin su consentimiento.
Amazon ya tiene accesibles sus páginas a clientes
en cualquier parte de Europa, y dice que el 98 por ciento de su propio
stock está disponible para compradores de cualquier país europeo.
La Comisión espera que las nuevas normas incrementarán
la proporción de consumidores que compran online en otro país,
actualmente de sólo el 15 por ciento.
En otra propuesta, el Ejecutivo de la UE pretende
aumentar la transparencia de los precios de entrega transfronteriza de
paquetes y dar a las autoridades nacionales la facultad de apreciar si
son asequibles.
Además, los operadores postales nacionales tendrán
que dar a otros operadores acceso a los servicios transfronterizos de
entrega de paquetes.
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