BRUSELAS.- El Gobierno español presentará este viernes las cifras de techo de gasto para el Presupuesto de 2012 y un nuevo cuadro de previsiones que pretende primar el "realismo" y que muy probablemente no trabajará en base al déficit del 4,4 por ciento previsto.
Durante las últimas semanas se ha hablado mucho sobre el cumplimiento de los objetivos, habida cuenta de la fuerte desviación en los datos de 2011 que, según el Gobierno, arrojaron un déficit fiscal del 8,51 por ciento del PIB desde el seis por ciento previsto por el anterior Ejecutivo.
"Bajar el déficit al 4,4 por ciento implicaría un recorte de alrededor de 44.000 millones de euros y con la situación de asfixia que se respira ya y los duros ajustes emprendidos, sería irrealizable", explicó un analista de una entidad nacional.
Mientras el Gobierno defiende fehacientemente que cumple con el espíritu de los compromisos al reducir el déficit estructural (sin tener en cuenta los perjuicios o beneficios de ciclo económico), fuentes próximas al Ejecutivo señalan que las bases previas al Presupuesto de 2012 que se presentarán el viernes implicarían un déficit superior hasta de un punto al previsto hasta ahora.
Sin embargo, el Gobierno podría únicamente hablar del objetivo de déficit para la administración central (que figura para la determinación del límite de gasto del Estado) sin entrar en objetivos para corporaciones locales y comunidades autónomas. Precisamente han sido las comunidades las culpables de la mayor parte de la importante desviación del objetivo de déficit en 2011.
Pese al desfase presupuestario, la tendencia a la baja en el déficit sin contar con aquellos factores atribuibles a la crisis es evidente. Además de recorrer el trecho no andado en 2011, el Gobierno se enfrenta a previsiones de fuerte descenso en la economía que obligarían a realizar aún más ajustes. La Comisión Europea prevé una contracción del uno por ciento en 2012 cuando hace solo tres meses proyectaba todavía un crecimiento del 0,7 por ciento.
El FMI eleva su previsión de contracción al 1,7 por ciento mientras el Banco de España estima que la caída del PIB sería del orden del 1,5 por ciento.
"España va a cumplir todos sus compromisos desde el punto de vista de lo que es el ajuste presupuestario teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado", dijo el ministro de Economía Luis de Guindos el jueves en Bruselas antes de participar en una reunión de ministros de finanzas del Eurogrupo rehusando dar cifras concretas de déficit.
Pero de Guindos reconoció que ninguna decisión sobre el déficit se producirá antes de que el Gobierno español acuerde con la Comisión un nuevo plan, posiblemente durante el mes de mayo.
"Se inicia el proceso (.) En mayo tendremos la decisión final al respecto", dijo a periodistas tras las conversaciones mantenidas con los ministros de finanzas de la zona euro en Bruselas, donde los líderes europeos también se reúnen jueves y viernes.
"Ellos entienden perfectamente que las circunstancias que llevaron al 4,4 ya no son las que están en vigor en este momento y que evidentemente eso supone una modificación de las circunstancias", agregó.
La agencia de rating Fitch salió en la tarde del jueves también en defensa de España al afirmar que un objetivo acorde a las nuevas proyecciones para el déficit en 2012 no tendría impacto en el rating y que el 4,4 por ciento "no es realista".
El nuevo techo de gasto podría llevar a unos recortes de 15.000 millones de euros a sumar a la misma cantidad ya recortada a principios de año, lo que llevaría al déficit las proximidades del 5,5 por ciento del PIB.
En la cumbre de Jefes de Estado que se celebra esta tarde y el viernes en Bruselas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confía en que los principales países de la UE le respalden y den a entender que el objetivo de Madrid de no considerar vinculante un objetivo que ha quedado desfasado.
En el mismo sentido, el titular de Economía dijo que va a dar todo tipo de detalles a sus colegas europeos sobre la desviación de 2011 y las proyecciones presupuestarias de 2012.
"Lo que vamos a hacer fundamentalmente es explicar a los miembros del eurogrupo lo que ha sido el cierre presupuestario de España el año pasado (...) y lo relativo al Presupuesto de 2012" dijo Guindos, que también quiso dejar claro que están dando explicaciones a la Comisión Europea.
Una fuente del Ejecutivo español explicó el miércoles que el Pacto de Estabilidad europeo permite cierto margen de maniobra para el cumplimiento de las metas, ya que establece el objetivo final de llegar al 3 por ciento en 2013, por lo que superar la proyección de este año no sería un incumplimiento.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha repetido en numerosas ocasiones en las últimas semanas la necesidad de manejar previsiones "creíbles" tras lamentarse del desfase de dos puntos y medio en los Presupuestos del anterior Gobierno socialista.
"Lo importante es que fijen un objetivo convincente y eso descarta un 4,4 por ciento, que sería dañino por falta de credibilidad", dijo Estefanía Ponte, economista de Cortal Consors.
Aunque España elude con mucho cuidado hablar formalmente de incumplimientos, sí reconoce negociaciones con Bruselas al tiempo que descarta nuevas subidas de impuestos y la necesidad de no producir un estrangulamiento que alargue la perspectiva de una recuperación económica, lo que sugiere también una meta fiscal menos ambiciosa.
A pesar de que muchos altos funcionarios y políticos europeos han alabado públicamente los esfuerzos de España y coinciden en la necesidad de mantener un equilibrio entre los ajustes y el crecimiento, algunas voces, particularmente en la Comisión Europea, se han mostrado mucho más duras con el país al que han pedido extensas explicaciones sobre el desvío de 2011 y más medidas correctoras en 2012.
"No siempre se está remando en la misma dirección en Bruselas, el debate crecimiento versus sacrificios está ahí, lo importante es que se vea claramente un descenso en el déficit estructural y que se están tomando medidas para corregir los desequilibrios", explicó el analista de la entidad española.
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