domingo, 5 de octubre de 2008

Protección total al pequeño ahorrador en España

MADRID.- La caída de pesos pesados de las finanzas mundiales de la talla de Lehman Brothers o Fortis ha metido el miedo en el cuerpo a los ahorradores y se han disparado las dudas sobre la seguridad del dinero en los bancos. Desde el Gobierno y el Banco de España se repite, una y otra vez, que los ahorros «están seguros en bancos y cajas. El sistema financiero español es sólido y solvente».

Sin embargo, la señal de alarma ha sonado con fuerza esta semana entre los consumidores al conocer que, en caso de quiebra de una entidad, el cliente sólo percibirá un máximo de 20.000 euros, independientemente de los miles o millones de euros más que pueda tener depositados en el banco, según recoge "El Mundo".

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), es el organismo dependiente del Banco de España encargado de proteger a los ciudadanos de la quiebra de su banco o caja. Sin embargo, éste sólo devuelve a los ahorradores el mínimo exigido por la normativa europea -una cantidad establecida en una directiva comunitaria y que no ha sido actualizada desde 1999-.

Actualmente, las familias españolas tienen colocados más de un billón de euros en depósitos, cuentas corrientes y valores, mientras que el fondo de garantía de los bancos y las cajas de ahorros dispone de un patrimonio de 5.930 millones.

Teniendo en cuenta que en caso de quiebra la cobertura máxima por cliente es de 20.000 euros, el capital asegurado se reduce a 385.500 millones.En otras palabras, a fecha de hoy, el dinero con que cuenta el FGD cubre el pago de la indemnización máxima establecida para una tercera parte de los depósitos.

¿Cómo repartiría el FGD las compensaciones a los ahorradores en el caso de que España sufriera una fuerte crisis financiera? El actual sistema de protección español favorece al pequeño ahorrador frente al grande, ya que en el caso de que una entidad vaya a la quiebra cobra lo mismo el ciudadano que tenga 20.000 euros que el que tenga 100.000 euros.

Aunque el funcionamiento y la fórmula de reparto es la misma, bancos y cajas tienen sus propios fondos de garantía, ambos supervisados por el Banco de España.

Los bancos cuentan con un patrimonio en su fondo de 2.300 millones de euros con lo que se cubre el 25% del capital colocado en depósitos y cuentas de valores. Si hay quiebra sólo una cuarta parte de los clientes recuperaría la totalidad de su dinero, mientras que el resto, el 75%, obtendría indemnizaciones inferiores al capital invertido en la entidad.

En las cajas de ahorro, en cambio, el fondo de garantía disponible asciende a 3.630 millones de euros, lo que alcanza para devolver la totalidad de su inversión al 42% de los clientes.

El mayor grado de garantía en las cajas no obedece, en cambio, a que sean más seguras que los bancos, sino al hecho de que estas entidades tienen un mayor número de pequeños ahorradores que los bancos, es decir clientes con menos de 20.000 euros. Así, en caso de insolvencia, las cajas de ahorros podrían compensar satisfactoriamente a un mayor número de clientes que las entidades bancarias.

Con estas cifras, España se convierte en uno de los países de la UE con menor cobertura en caso de quiebra, hecho que ha desatado la indignación entre los consumidores españoles, que reclaman garantías mayores para sus ahorros.

En el FGD, sin embargo, se asegura que el patrimonio disponible tanto en bancos como en cajas es suficiente para cubrir una «crisis puntual y normal» en el sistema. Pero desde las asociaciones de consumidores se avisa de que estamos ante un auténtico terremoto financiero mundial, que exige al sector dotarse de un salvavidas más vigoroso para frenar la crisis.

«Si la Administración y los bancos se niegan a aumentar las coberturas estarían lanzado un mensaje muy peligroso al pequeño ahorrador, que podría pensar que el sistema financiero no tiene la fortaleza de la que presume», advierte Rubén Sánchez, portavoz de Facua.

La UCE y Adicae también instan al Gobierno y a los bancos españoles a seguir los pasos de Irlanda, que esta semana sorprendió a los mercados al anunciar que garantizaba el 100% del dinero colocado en depósitos de los bancos irlandeses con independencia de la cuantía de los mismos. Medida que ha provocado grandes recelos en la Unión Europea y airado a los bancos europeos, que exigen jugar en igualdad de condiciones.

Ante el temor de una fuga de dinero de los ahorradores hacia Irlanda, la Autoridad de Servicios Financieros británica (FSA) ha tenido que actuar con rapidez y el viernes decidió elevar la cuantía de los depósitos garantizados en el país hasta 50.000 libras esterlinas (63.800 euros) para cada cliente frente a las 35.000 libras (44.685 euros) anteriormente protegidas.

Con los aumentos de márgenes en el Reino Unido e Irlanda, las diferencias de garantía entre los ahorradores de los distintos países europeos se han agrandado con fuerza. Una disparidad, que en momentos de incertidumbre y desconfianza sobre el sistema financiero resta competitividad a las entidades españolas con otros países como por ejemplo Italia, donde la garantía de depósitos asciende a 103.000 euros.

Si en España los bancos pasaran de 20.000 garantizados a 100.000 el FGD debería de multiplicar varias veces su patrimonio lo que supondría un fuerte coste financiero para los bancos en un momento en el que el sector está reduciendo sus ingresos y tiene que hacer frente a importantes problemas de liquidez. En la actualidad, los bancos aportan cada año al fondo un 0,6% por 1.000 de los depósitos y las cajas un 0,4 por 1.000. A estas cantidades, habría que sumar el 5% de los depósitos invertidos en valores.

Las contribuciones máximas, según la legislación vigentes, se establecen en el 2 por 1.000 de los ahorros a los que se extiende su garantía. Sin embargo, el Ministerio de Economía puede rebajar esta cuota si considera que el patrimonio existente es suficiente para cubrir previsibles insolvencias. O viceversa: aprobar derramas que deberán afrontar cada una de las entidades para determinadas contingencias.

Además, la normativa autoriza a Economía a eximir de las aportaciones a la banca cuando el patrimonio total alcance el 1% de los depósitos.

Las demandas de los consumidores chocan de lleno con la oposición de bancos y cajas, que aseguran que es «innecesario» reforzar el actual sistema de garantía, ya que cubre suficientemente a los ciudadanos y que no existen, en el momento actual, problemas en el sistema financiero español que justifiquen incrementos mayores de la cobertura antiquiebras.

A cargo del Estado

«Es un momento de dificultad financiera. No se pueden pedir al sector aportaciones mayores para el Fondo de Garantía» aseguran en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca), donde dejan claro que cualquier posible modificación del actual sistema de garantía deberá de correr a cargo del Estado, es decir de los impuestos de los contribuyentes. Eso sí desde las cajas se pide que la Unión Europea ponga las condiciones necesarias para que las entidades españolas operen «en igualdad de condiciones» con sus competidoras, lo que se traduciría en un sistema de garantía único.

Aunque, la directiva comunitaria marca un mínimo de 20.000 euros de cobertura en caso de quiebra bancaria, las diferencias entre unos países y otros son abismales. Holanda, Italia, Luxemburgo, Austria y Reino Unido no tienen ningún fondo de garantía específico con dinero disponible para atender los problemas de quiebra pese a tener una mayor cobertura que España en casos de quiebra bancaria.En caso de insolvencia de un banco, son los respectivos gobiernos los encargados de buscar los fondos para compensar a los clientes por sus pérdidas.

Entre los países en los que los bancos desvían parte de los activos de los depósitos al fondo de garantía están Francia, que asegura 70.000 euros por cliente El fondo holandés asegura, por ejemplo, el cobro de un mínimo de 20.000 euros.

Pero devolvería, además, el 90% de otros 20.000 adicionales.En Alemania, aunque la cantidad inicial asegurada es la mínima, al igual que España, las asociaciones bancarias tienen una protección adicional, muy superior a la exigida por la ley, con lo que los ahorradores pueden recuperar hasta el 30% del capital que tienen en el banco.

Como justificación para no aumentar la indemnización máxima en caso de quiebra, los bancos y fondos españoles esgrimen una y otra vez su fortaleza y salud. Afirman que pueden aguantar la actual crisis financiera mundial porque en los últimos años de bonanza se han forjado un gran salvavidas anticrisis único y envidiado en el resto del mundo: las provisiones genéricas o anticíclicas. Un seguro anticrisis que el Banco de España creó hace casi una década, bajo el mandato del gobernador Luis Angel Rojo, lo que ha permitido al sector español hacerse una hucha de 31.600 millones de euros -19.300 corresponden a las cajas- que servirán para capear la actual crisis.

De cada crédito o hipoteca que conceden los bancos y cajas, un pequeño tanto por ciento se destina un fondo de reserva, de acuerdo con una compleja fórmula de cálculo elaborada por el Banco de España.

Deterioro de créditos

Junto a este sistema de protección, único en el sistema financiero mundial, los bancos españoles cumplen las normas financieras internacionales de provisiones, que obligan a las entidades a realizar provisiones cuando se deterioran algunos de sus créditos, es decir, cuando afloran los impagos. Si un cliente deja de pagar su crédito durante más de tres meses la entidad está obligada a provisionar por este activo dudoso.

Las cinco mayores entidades financieras españolas, -Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular-, han aumentado un 67% sus provisiones en el primer semestre, hasta un total de 4.982 millones debido al incremento de la morosidad.

Aunque la banca española no se ha quedado pillada en la debacle subprime está fuertemente atrapada en el desplome del sector inmobiliario español, que ha provocado que la tasa de morosidad haya pasando del 0,36% al 2,15% en los últimos meses. Se teme que a final del año alcance el 4% y el 6% en 2009,

Los problemas de morosidad de la banca española se unen a la actual situación de iliquidez de los mercados financieros, derivada de la crisis que vive el sector en los mercado, que está complicando la financiación del día a día.

Con los mercados monetarios prácticamente paralizados, los bancos y cajas de ahorro españoles cada vez tienen más problemas para obtener la liquidez diaria que necesitan, lo que está obligando a muchas entidades a recurrir a los ahorros de los ciudadanos para poder financiarse.

Y en un momento en el que las recientes quiebras de todopoderosas entidades estadounidenses han despertado entre los consumidores incertidumbre sobre la seguridad de los bancos, la única forma de atraer a clientes con capital fresco es mediante el lanzamiento de suculentos depósitos con rentabilidades inimaginables hace sólo un par de meses o con suntuosos regalos como motos o coches.

Récord de depósitos

Los saldos vivos de los particulares en el sistema financiero han alcanzado un récord este año. A finales de agosto sumaban 660.000 millones.

Las empresas españolas tienen depositados en los bancos, tanto en cuentas corrientes como a plazo, 193.000 millones de euros, un 9% más que hace un año.

Los depósitos a plazo de los hogares están en su máximo nivel, 338.000 millones, un 35% más que en agosto de 2007.

La solvencia del sistema

6.500... millones de euros había en el Fondo de Garantía de Depósitos a finales de 2007.

1,8%... era la tasa de morosidad del sistema financiero español en junio, el doble que en 2007 (0,9%).

27.763... millones de euros en activos dudosos había en mayo de 2008, 11.512 millones más que un año antes.

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