lunes, 4 de diciembre de 2023

El primer ministro palestino acusa a Israel de "estar motivado por un instinto de venganza"


RAMALA.-El primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, ha acusado a Israel de "estar motivado por un instinto de venganza" en su ofensiva militar contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en lo que ha descrito como "una de las campañas militares más sangrientas contra el pueblo palestino" desde la 'Nakba', en 1948.

Shtayé ha señalado durante una sesión del Gobierno palestino que "la maquinaria israelí de muerte, destrucción y genocidio ha reiniciado el asesinato de niños, mujeres y ancianos, ignorando toda razón, conciencia y humanidad", según ha recogido la agencia palestina de noticias WAFA.

"Las palabras no son útiles, los gritos no son útiles, las cifras no son útiles y nos llantos de los niños no son audibles. El sufrimiento de los heridos no es sentido por la maquinaria criminal israelí", ha manifestado, antes de subrayar que "estos crímenes deben detenerse de forma inmediata".

Asimismo, ha destacado que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha lanzado "una guerra" contra la Autoridad Palestina que "es experimentada todos los días a través de los asentamientos, la incautación de tierras, la piratería de fondos, las repetidas incursiones (militares), el asesinato y el genocidio, la entrega de armas a colonos y la irrupción (de fieles judíos) en la mezquita de Al Aqsa".

"El primer ministro del gobierno de ocupación ve a la Organización para la Liberación Palestina (OLP), a la Autoridad palestina y al Gobierno (palestino) como un símbolo del nacionalismo palestino (...) y de la unidad de los territorios palestinos. Por eso nos combate a diario", ha denunciado.

En este sentido, ha denunciado que las autoridades de Israel cuentan con planes de "desplazamiento" de población palestina y ha dicho que "lo que el Ejército de ocupación está haciendo en estos momentos es acorralar a la gente y empujarla hacia Rafá --en la frontera con Egipto--, lo que supone la mayor prueba de la intención de un desplazamiento (de población)".

"Estamos haciendo frente a la reocupación de la Franja de Gaza y a planes para crear 'zonas tapón' dentro de Gaza. Esto son asuntos que rechazamos totalmente y pedimos al mundo que los rechace", ha subrayado, antes de criticar a los países que están pidiendo proporcionalidad en la respuesta militar de Israel.

"Es una pena y una vergüenza que haya llamamientos pidiendo que muera menos gente y que la destrucción sea menor. Estas posiciones suponen legalizar el asesinato. El mundo debe pedir a Israel que detenga inmediatamente la agresión, el asesinato y la destrucción", ha señalado, antes de pedir al Tribunal Penal Internacional (TPI) que acelere sus procedimientos de investigación.

De esta forma, ha hecho hincapié en que "Palestina es una prueba para el Derecho Internacional y la credibilidad del TPI", que puede "suspender el examen o demostrar al mundo que no es una herramienta en manos de nadie y que no está politizado". 

"Esperaremos y veremos", ha apostillado el primer ministro palestino.

Israel lanzó una ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. Las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han cifrado en cerca de 15.500 los palestinos muertos, a los que se suman más de 250 a manos del Ejército israelí y por ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.

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