LONDRES.- El presupuesto anual del ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, el 3 de marzo está programado para tener un tinte verde, incluso cuando el país gasta cientos de miles de millones de libras en números rojos para financiar su respuesta a la pandemia de coronavirus.
Sunak seguirá adelante con los planes para lanzar los primeros bonos gubernamentales "verdes" de Gran Bretaña, diseñados para financiar inversiones respetuosas con el medio ambiente, y también podría impulsar al Banco de Inglaterra a centrarse más en el cambio climático.
Pero es probable que cualquier progreso en los impuestos al carbono, respaldado por el Fondo Monetario Internacional en octubre, sea lento mientras Sunak se enfrenta a la mejor manera de cerrar un déficit presupuestario de 400.000 millones de libras (556.000 millones de dólares), el mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
Gran Bretaña está organizando una importante cumbre ambiental de las Naciones Unidas, la COP 26, en noviembre y Sunak dijo a otros ministros de finanzas la semana pasada que quería que la acción sobre el cambio climático fuera un tema importante de la presidencia británica del G7 este año.
Philip Dunne, presidente conservador del Comité de Auditoría Ambiental del parlamento británico, dijo que Sunak debería usar el presupuesto para avanzar en la promesa del gobierno de reducir las emisiones netas de carbono a cero para 2050.
“El gobierno tiene una oportunidad de oro de la COP26 para poder comenzar a mostrar cierto liderazgo internacional en estos temas”, dijo.
En un informe publicado el miércoles, el comité instó a Sunak a reducir la tasa del 20% del impuesto al valor agregado en proyectos domésticos de eficiencia energética y aumentar los incentivos para comprar autos eléctricos.
El Ministerio de Finanzas también debería comenzar a trabajar en el "alcance" de los nuevos impuestos sobre las emisiones de carbono y apuntar a tener propuestas concretas listas antes de fin de año, dijo Dunne.
Gran Bretaña ha adoptado un enfoque fragmentado de los impuestos ambientales. Los impuestos sobre el combustible para vehículos se han congelado desde 2012, y las facturas de energía de los hogares se han beneficiado durante mucho tiempo de una tasa reducida de IVA.
Pero con un déficit presupuestario de 130.000 millones de libras que se espera que permanezca después de que la economía se recupere del impacto a corto plazo de la pandemia de COVID, según el banco estadounidense Citi, Sunak estará en la búsqueda de nuevos ingresos.
A corto plazo, una cosa con la que Sunak se ha comprometido es el lanzamiento de los llamados gilts "verdes" como parte de los planes de endeudamiento 2021/22 que se anunciarán el 3 de marzo. La escala de la emisión verde y el vencimiento de los bonos aún no se conoce.
Gran Bretaña se ha quedado a la zaga de otros países europeos en la emisión de este tipo de deuda, en parte porque la oficina de deuda del gobierno temía que tuviera que ofrecer tasas de interés más altas que los bonos normales, que son más líquidos.
Sin embargo, Alemania vendió bonos verdes el año pasado a una tasa más baja que la deuda convencional, y el mercado global está ganando escala rápidamente con alrededor de $ 300 mil millones de emisión el año pasado.
Para Simon Youel, jefe de políticas del grupo de campaña Positive Money, los bonos verdes son en parte un gesto simbólico.
“No hay ninguna razón por la que los gilts ordinarios no puedan financiar la infraestructura verde”, dijo Youel. Pero traer más transparencia sobre lo que el gobierno ve como inversión verde sería beneficioso, dijo.
Una preocupación mayor para Positive Money es el Banco de Inglaterra, que, según el grupo de campaña, ha sido demasiado reacio a impulsar a las empresas en una dirección más neutral en emisiones de carbono.
Sunak debería utilizar su revisión anual de las competencias del Banco de Inglaterra para que tenga plenamente en cuenta los objetivos ambientales del gobierno y para vender sus tenencias de bonos emitidos por compañías de petróleo y gas, dijo Youel.
El Banco de Inglaterra realizó las compras como parte de un plan de estímulo lanzado en el punto álgido de la pandemia. Desde entonces, ha dicho que sería incorrecto incluir en la lista negra a determinadas empresas.
Este año, el Banco de Inglaterra exigirá por primera vez que los bancos y las aseguradoras analicen formalmente los riesgos que enfrentan debido al cambio climático y publiquen los resultados a principios de 2022.
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