Una masacre de unas 750 personas civiles se habría producido junto a la iglesia de Santa María de Sión en Aksum, que supuestamente alberga una réplica auténtica del Arca de la Alianza en la región de Tigray en Etiopía. Los relatos proceden de aquellos que huyeron de la ciudad de Aksum y caminaron más de doscientos kilómetros hasta la capital regional, Mekelle. Se estima que más de dos millones de niños han quedado sin alimentos ni ayuda.
Los soldados que avanzaban causaron consternación: los etíopes creen que una capilla en el complejo alberga el lugar bíblico del Arca de la Alianza. Sólo puede verla un monje, designado como su tutor. Hubo una gran conmoción. Según los informes, los soldados de ‘Amhara’ gritaron que "¡el Arca pertenece a Addis Abeba!". Según la tradición etíope, la Capilla de las Tablas en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión, albergaría el Arca de la Alianza.
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EL ATAQUE
El ataque comenzó después de que las tropas federales etíopes y la milicia de Amhara se acercaran a la Iglesia de Santa María de Sión. Se cree que hasta mil personas se refugiaban en este complejo religioso. Los cristianos etíopes creen que una de las capillas, la Capilla de la Tabla, contiene el Arca de la Alianza, que estaría oculta a la vista de todos, excepto de un solo sacerdote que nunca abandona el recinto.
La gente estaba preocupada por la seguridad del Arca, y cuando escucharon que las tropas se acercaban, temieron que hubieran venido a robarla, y todos los que estaban dentro de la catedral fueron obligados a salir a la plaza.
El último despacho de sobre la situación en Tigray, el pasado martes, informa que 750 personas fueron tiroteadas en Aksum, aunque esto no se ha verificado. Dicen que la masacre fue llevada a cabo por tropas federales etíopes y milicias de Amhara. No se cree que la Iglesia haya sido dañada, y es probable que el Arca estuviera escondida antes de que llegaran las tropas, aunque no ha sido posible confirmarlo.
La masacre se informó por primera vez en los despachos de la organización no gubernamental “European External Program with Africa” (EEPA) con sede en Bélgica. La zona está cerrada a los periodistas, pero, no obstante, han surgido muchos informes de masacres, algunos de los cuales han sido documentados por Amnistía Internacional.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Los cristianos etíopes ortodoxos creen que el Arca fue escondida en Aksum por Menelik I, el hijo del rey Salomón de Israel. El reino de Aksum fue una de las cuatro grandes potencias del mundo antiguo, y la ciudad de Aksum es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los enfrentamientos estallaron en Tigray en noviembre, después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, enviara tropas federales, apoyadas por milicias y tropas de Eritrea, para combatir al Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), al que acusó de celebrar elecciones ilegítimas, aunque formó parte de la coalición gobernante de Etiopía hasta 2019.
El gobierno declaró que el conflicto había terminado después de la captura de Mekelle, a fines de noviembre, pero el Frente continúa librando una guerra de guerrillas. El Gobierno etíope admitió haber bombardeado una antigua mezquita en Tigray, y prometió repararla. La mezquita de al-Nejashi en el norte de Tigray fue alcanzada por proyectiles y resultó dañada su cúpula, un minarete y tumbas antiguas, supuestamente de quince discípulos del profeta Mahoma.
Una iglesia cercana también resultó dañada en el ataque, y el Gobierno se ha comprometido a repararla. Después del bombardeo, la mezquita había sido saqueada por tropas etíopes y eritreas, y algunos civiles habían muerto tratando de protegerla.
La ayuda humanitaria no ha podido llegar a la región, a pesar de las súplicas de las Naciones Unidas, que estima que 2,3 millones de niños han sido privados de alimento y ayuda. Más de un millón de personas han sido desplazadas por los combates, y más de cincuenta mil han huido a Sudán. También preocupa la seguridad de muchos refugiados eritreos en los campamentos de Tigray.
CRISIS HUMANITARIA
Etiopía se encamina hacia una crisis humanitaria a gran escala, advirtió Naciones Unidas, después de dos semanas de combates y los informes de una masacre en la región de Tigray han enviado a miles de civiles a huir en busca de seguridad.
El Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, informó el martes que más de 27.000 personas habían cruzado la frontera hacia Sudán, abrumando los esfuerzos de los equipos de respuesta humanitaria, y se cree que decenas de miles más están en movimiento.
También hay preocupación por miles de refugiados eritreos en Tigray, ya que la distancia se reduce entre su campamento y los combates entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas leales al Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), el grupo gobernante en la región.
La ONU, pidiendo conversaciones y un cese inmediato de hostilidades, ha advertido que el conflicto se podría extender y desestabilizar a toda la región. El año pasado, Abyi ganó el Premio Nobel de la Paz por el acuerdo que alcanzó con la vecina Eritrea para poner fin al conflicto fronterizo de los dos países.
La Iglesia Ortodoxa Etíope ‘Tewahedo’ es uno de los organismos cristianos organizados más antiguos del mundo, y los cristianos constituyen casi dos tercios de la población del país. La mayoría son ortodoxos, seguidos de protestantes y católicos romanos. Un tercio de la población es musulmana.
HISTORIA
La iglesia de Santa María de Sión está ubicada en Aksum, Etiopía, y pertenece a la Iglesia Ortodoxa de Etiopía, uno de los patriarcados de la Iglesia Ortodoxa Oriental. Es en esta basílica donde, según la tradición, se custodia el Arca de la Alianza, que habría sido depositada allí por Menelik I, hijo de Salomón. Las mujeres tienen prohibida la entrada al interior de la basílica. Otra tradición afirma que se construyó durante el reinado de Ezana, el primer gobernante cristiano del Reino de Axum (actual Eritrea y Etiopía), durante el siglo IV.
Desde su fundación durante el obispado de San Frumencio, la iglesia ha sido destruida y reconstruida al menos dos veces. La primera destrucción ocurrió a manos de la reina Gudit en el siglo X. La segunda, fue en el siglo XVI, por obra de Ahmad ibn Ibrihim al-Ghazi, tras lo cual fue reconstruida por el emperador Gelawdewos, y luego ampliada por Fasilides en el siglo XVII.
Santa María de Sión ha sido el lugar tradicional donde siempre se han coronado los emperadores de Etiopía. En la década de 1950, el emperador Haile Selassie construyó una nueva catedral, abierta a hombres y mujeres, próxima a la antigua, que permanece abierta sólo para los hombres.
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¿ESTÁ EL ARCA EN ETIOPÍA?
Según Daniel Esparza a mediados del año 2015, un breve reportaje publicado por “National Geographic” volvió a poner el tema sobre la mesa. Los monjes que viven en la pequeña Iglesia de Santa María de Sión, también llamada “la capilla del Arca”, en la ciudad sagrada etíope de Aksum, tienen prohibido cruzar la verja que circunda la capilla. No pueden abandonar la tarea que se les ha encomendado: vigilar, hasta el día de su muerte, el “Tabot”, como llaman a las Tablas de la Ley en Etiopía. Abba Gebre Meskel, de 56 años, tiene ya tres décadas en ello.
Según la narración contenida en el libro del Éxodo de la Biblia, las Tablas de la Ley, de piedra, contienen los Diez Mandamientos que Yavé entregó a Moisés en el Monte Sinaí. Algunos datan el hecho alrededor del año 1440 antes de Cristo.
Muchas leyendas apócrifas que circulan por el norte de África y algunas regiones de Oriente Medio atribuyen a las Tablas poderes sobrenaturales. Alrededor de estas leyendas se tejieron muchas otras, incluyendo la obsesión nazi por el ocultismo y las reliquias que haría las delicias de Hollywood, y que daría a Indiana Jones una de sus misiones más aplaudidas en la pantalla grande.
Pero la verdad es que después de la destrucción del Templo de Salomón en Jerusalén, nadie sabe a ciencia cierta a dónde fue a parar el Arca de la Alianza. Tras haber desaparecido sin dejar rastro -y sin registro conocido de su paradero-, el lugar en que se pudiera encontrar sigue siendo hoy uno de los grandes enigmas no sólo de la historia, sino además de la arqueología.
Lo que sí es cierto es que casi 45 millones de cristianos ortodoxos etíopes (es decir, coptos) están convencidos de que el Arca de la Alianza fue llevada hace casi tres mil años a Aksum, en el norte Etiopía, y que desde entonces ha sido celosamente cuidada por estos monjes en la pequeña iglesia de Santa María de Sión.
MENELIK, EL HIJO DE SALOMÓN
Según la tradición copta, la reina de Saba y el rey Salomón tuvieron un hijo: Menelik I, el fundador de una dinastía de emperadores salomónicos que, durante tres mil años, gobernó Etiopía. Él habría sido el encargado de trasladar el precioso cofre de oro y madera de acacia.
Según el diácono del templo Zemikael Brhane, “el propio Dios eligió esta tierra, y Aksum es nuestra ciudad más sagrada. Los hombres de occidente necesitan siempre pruebas visibles, pero a nosotros, los etíopes, no nos hace falta ver el Arca para saber que está aquí. Simplemente, lo sentimos.”
Sólo durante siete días al mes, y antes de la salida del sol, los monjes de Santa María de Sión sacan en procesión una copia del Arca. De hecho, cada una de las casi 50.000 iglesias ortodoxas de Etiopía atesora una de estas copias. A la procesión asisten, tradicionalmente, casi mil personas.
Pero la vieja capilla de Nuestra Señora de Sión parece haber cumplido ya su cometido, ya que numerosas goteras en sus tejados han obligado a los monjes a iniciar la construcción de un nuevo templo, justo al lado del actual, al que un monje, en absoluto secreto, trasladará el Arca. Nadie lo sabrá hasta el día siguiente, dijo el diácono del templo.
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LEYENDA
En 1989, un periodista británico, Graham Hancock, aseguró que la legendaria arca perdida no se encontraba tan perdida, sino a salvo en un templo de Etiopía. Posteriormente han aparecido pruebas arqueológicas que sustentan esta teoría. Se basa en relatos y textos (como el Kebra Nagast) pertenecientes a la iglesia cristiana Copta en Etiopía, que indican que el Arca de la Alianza habría sido trasladada secretamente hace más de dos mil años. (650 a.C.).
Cuenta el libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, que en tiempos de Salomón, la Reina de Saba visitó Jerusalén atraída por la sabiduría de su Rey. La Reina de Saba comenzó a ejercer una irresistible atracción sobre el hijo de David, quien pese a sus riquezas e inteligencia no lograba seducir a la bella soberana.
Llegaba la hora de que partiera Saba y Salomón consiguió arrancarle una promesa: que en el caso de que se llevase consigo algún bien preciado del reino, consentiría a cambio yacer con él una sola noche. La víspera del viaje, Salomón ofreció a su invitada una cena de exquisitos manjares.
Astutamente ordenó que se sazonara la cena con abundante sal y especias picantes. Tras los postres, la reina tuvo que beber mucha agua para calmar la sed. La reina de Saba cumplió su promesa y de aquella única unión breve nació Menelik I, futuro rey de Etiopía. Relatos indican que años más tarde el joven Menelik fue enviado para recibir educación a casa de su padre en Jerusalén.
Pocos años después, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que su hijo se quedara, Menelik regresó a Etiopía. La tradición cuenta que, seducido por sus ayudantes, se llevó consigo el Arca. Algunas teorías postulan que para poder llevarse el Arca existió un posible cambio del cofre original por una copia que Menelik debía llevarse. Es posible que esa copia sea el Arca que se dice fue ocultada en Jordania. En cambio, otras teorías postulan la posible existencia de dos arcas originales, o que tenían la misma importancia, en donde en cada una se guardó posiblemente una de las Tablas de la Ley, siendo una de ellas la que fue llevada a Etiopía.
Posteriormente los relatos indican que permaneció primero en un templo en la isla de Elefantina del río Nilo. Luego se relata cómo el Arca de la Alianza habría sido colocada en una especie de tabernáculo en la isla de Tana Qirqos, ubicada en el lago Tana, donde permaneció durante ochocientos años.
Los relatos señalan que pasados estos ochocientos años, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el arca a Axum, siendo finalmente guardada en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión. Según los etíopes, es el lugar en donde hasta hoy en día aún permanece y es cuidada por un sacerdote. Este sacerdote, según sus tradiciones, sería un descendiente de uno de los levitas, quienes ayudaban a trasladar y cuidar el arca en sus viajes.
Este sacerdote es la única persona a quien se le permite ver el Arca de la Alianza guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sión, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía; es por ello que no se ha podido ratificar su permanencia real en esta iglesia, aunque todas las pruebas arqueológicas indicarían que esta teoría sería auténtica. Entre las variadas pruebas arqueológicas, hay reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del Arca, y que pertenecerían al gran Templo de Jerusalén.
Esta última teoría se sustenta en que extrañamente el arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los veinte mil templos de Etiopía contiene una réplica del Arca de la Alianza. El libro sagrado de Etiopía, el Kebra Nagast, cuenta la historia del traslado del Arca gracias a Menelik I.
Cuando el Rey Salomón se dio cuenta del robo, pensó en enviar su ejército a perseguir a su hijo, pero él también soñó que era la voluntad de Dios y mantuvo en secreto la desaparición del Arca. La versión respecto a Makeda y Salomón, en la tradición judío ortodoxa de la Falasha de Etiopía, es prácticamente idéntica a la del Kebra Nagast.
A pesar de ser una historia desestimada por los historiadores occidentales, los etíopes la aceptan sin dudar. Están convencidos de que el Arca original fue llevada a Axum en el primer milenio antes de Cristo y que permanece ahí desde entonces. Recientemente, el Abune de la Iglesia Ortodoxa Etíope afirma haber visto el Arca de la Alianza con sus propios ojos.
¿EL ARCA EN JERUSALÉN?
El Libro II de los Macabeos (cap. 2, ver. 4-10) contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías, al ser advertido por Hashem (Dios) antes de la invasión babilónica, sacó el arca del Templo y la hizo enterrar en una cueva del Monte Nebo. En este sentido, cabe mencionar que, a partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias que postulan que habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar.
Pero un grupo de rabinos afirma que tras la caída de la ciudad de Jerusalén, que devino en la destrucción y saqueo del Primer Templo a manos babilónicas, el arca habría sido enterrada en el monte Moria, donde se habría ubicado el antiguo templo. Según estos religiosos, el cofre sagrado no se menciona entre los tesoros devueltos por los persas, por lo que debió sobrevivir al saqueo al ser enterrado por los levitas. Estos habrían muerto, en la caída de la ciudad, sin dar a conocer la ubicación del Arca. Hoy su búsqueda es casi imposible porque en ese sitio se alza el Domo de la Roca, y se produciría un conflicto religioso muy grave.
En una entrevista para The Telegraph, el rabino Chaim Richman, director del Instituto del Templo cuya finalidad es fomentar la reconstrucción del Templo de Salomón en Israel, señaló que el Arca del Pacto o Arca de la Alianza estaría oculta a un kilómetro de allí, en cámaras subterráneas, cavadas en los días de Salomón.
Jeremías predijo el tiempo en que ya no existiría el Arca del Pacto, pero indicó que no se la echaría de menos, y que no perjudicaría a los adoradores de Yavé el no tenerla. En cambio, ‘llamarían a Jerusalén el trono de Yavé’. (Jer 3:16, 17.). En el Apocalipsis, Juan dice: “Se vio en el santuario de su templo [en el cielo] el Arca de su Pacto”. (Apocalipsis 11:15, 19.)
CUEVA DE SEDECÍAS
La cueva de Sedecías también llamada las canteras de Salomón, tiene una gran importancia histórica en la masonería. Es una cantera subterránea de piedra caliza de veinte mil metros cuadrados que se extiende por debajo del barrio musulmán de la ciudad vieja de Jerusalén, concretamente al este de la puerta de Damasco, y tiene una profundidad de trecientos metros bajo la parte norte de la muralla que rodea la ciudad vieja.
Fue tallada durante un periodo de varios miles de años y es un remanente de la cantera más grande de Jerusalén, que se extiende desde la gruta de Jeremías y la Tumba del Jardín hasta las murallas de la ciudad vieja. Según los expertos podría haberse tratado de una cantera en la que en los tiempos de Herodes el Grande se obtuvo piedra para construir el Templo.
La Tumba del Jardín es una sepultura en Jerusalén que se cree fue la tumba de Jesús de Nazaret por protestantes, evangélicos, anglicanos y otros grupos menos numerosos.
Los masones de Israel celebran una ceremonia anual en la cueva de Sedequías y lo consideran uno de los sitios más venerados de su historia. El ritual masónico afirma que el rey Salomón fue su primer gran maestre, y algunos masones afirman que la cueva es definitivamente la cantera de Salomón. Desde los días del mandato británico en la década de 1920, la cueva se utilizó para la ceremonia de los masones maestros de la marca.
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DESCUBRIMIENTOS DE RON WYATT
Sin embargo, Ron Wyatt , un arqueólogo bíblico aficionado, que se hizo famoso por afirmar haber descubierto muchos lugares y artefactos relacionados con la arqueología bíblica, ubica el Arca en lo que se denomina el Jardín de la Tumba, en el Monte de la Calavera de Jerusalén, llamado el Calvario.
Ronald Eldon Wyatt fue un explorador aficionado a la arqueología bíblica que afirmó haber descubierto las evidencias de algunas historias bíblicas. Desde 1977 hasta su muerte en 1999, Wyatt hizo más de cien viajes a Oriente Medio. Sus investigaciones abarcaronWar for the Ark of the Covenant una gran variedad de lugares y artefactos, descritos en la Biblia.
Wyatt dijo haber encontrado el Arca de la Alianza y las piedras con los diez mandamientos en la gruta de Jeremías bajo el monte Calvario que fue el lugar de la crucifixión de Jesús. Dijo haber encontrado la sangre de Cristo, derramada sobre el propiciatorio del Arca de la Alianza bajo el lugar de la crucifixión, lo que sellaría el nuevo Pacto Divino.
La gruta de Jeremías fue sellada con cemento por el Gobierno de Israel después de que murieran varios militares judíos que se internaron en la cueva en busca del Arca, cuyos cadáveres tuvieron que ser rescatados por Ron Wyatt, porque muere todo el que se acerca al Arca sin estar preparado.
Según Ron Wyatt, el Arca tendría que haber sido escondida entre el año 18 de Josías, cuando se nos dice que la llevó al templo de Salomón, y 35 años después, cuando se destruyó el templo.
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EL CALVARIO
El Calvario, también conocido como el Gólgota, fue un sitio que se encontraba cerca del exterior de las murallas de Jerusalén. En este lugar, según los evangelios, fue crucificado Jesús.
En el texto griego de Mateo, Marcos y Juan se da su traducción como lugar de la Calavera, vertido al latín como Calvariæ Locus, de donde deriva la palabra española Calvario, en el evangelio de Lucas se lo denomina simplemente, Lugar de la Calavera.
La ubicación tradicional del Gólgota deriva de la identificación por Elena, la madre de Constantino I, en el año 325. A unos pocos metros Elena identificó la localización de la tumba de Jesús y dijo haber descubierto la verdadera cruz o ‘veracruz’. Su hijo, Constantino, construyó la Iglesia del Santo Sepulcro en ese entorno.
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EL TESORO DEL TEMPLO
El Rollo de Cobre, descubierto en 1952 cerca de Qumrán a orillas del Mar Muerto, es un misterio arqueológico. El enigmático Rollo de Cobre del Mar Muerto revela la ubicación donde Jeremías escondió el arca del Templo de Jerusalén.
Jim Barfield cree que ha descifrado un mensaje de dos mil años de antigüedad. Este investigador dice que ha llegado a la conclusión de que es un mapa del tesoro que conduce al escondite de los utensilios del templo perdido. El oro y la plata enumerados en el rollo era dinero acumulado de la revuelta de Bar Kojba contra los romanos después de la destrucción del Segundo Templo.
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En 2006, Barfield se propuso descubrir la verdad del rollo de cobre, siguiendo los pasos de Vendyl Jones, un predicador de Tejas convertido en arqueólogo bíblico. Jones creía que Qumran era el escondite de las vasijas del Templo y pasó treinta años buscándolo. Usando el Rollo de Cobre como guía, Jones descubrió un pequeño frasco de aceite de caqui, que se usaba para ungir a reyes y sumos sacerdotes, y una gran cantidad de lo que él creía que era incienso del templo.
Este hallazgo se ajusta precisamente a una descripción del segundo libro de los Macabeos, un texto griego del siglo II que narra la revuelta contra Antíoco. El libro describe al profeta Jeremías que, con la ayuda de cinco hombres, escondió los objetos sagrados del Templo para protegerlos de los conquistadores babilonios, “sellando la cueva con cuidado” y registrando las ubicaciones en una tabla de cobre.
Por el momento, la investigación de Barfield está estancada, esperando el permiso del gobierno. La construcción del Tercer Templo es un tema político explosivo, y encontrar las vasijas reales del Templo pondría ese tema en primer plano. Barfield cree que la opinión pública puede inclinar la balanza y ayudar a calmar a la oposición.
DESCRIPCIÓN
El Arca de la Alianza es un relato de la Biblia que describe un cofre de madera cubierto de oro, que según la tradición judía, fue diseñado y creado por mandato divino para guardar las tablas de los diez mandamientos. El episodio se sitúa aproximadamente un año después del éxodo de Egipto.
El Arca fue creada siguiendo el modelo que Yavé le habría dado a Moisés cuando los judíos acamparon al pie del monte Sinaí. Más tarde se colocó en el fastuoso Templo de Jerusalén construido por Salomón. Hay quienes sostienen que se trataba de las segundas Tablas y los restos de la primera; por otro lado, otros sostienen que además se guardó un rollo de la Torá.
El Arca del Pacto o Alianza era un icono donde residía la presencia de Dios mismo. Los antiguos hebreos le tenían tal reverencia al Arca que su morada era el lugar Santísimo del tabernáculo de Dios, a donde nadie podía entrar sino el Sumo Sacerdote, una vez al año, portando incienso y sangre de cordero sobre sí, y sobre todo estando libre de pecado, para no perecer.
ZIMBAUE
La tribu africana Lemba, la cual presume de ascendencia judía, ha afirmado en sus tradiciones que sus antepasados, cuando llegaron al sur de África, trajeron consigo una reliquia sagrada llamada Ngoma lungundu o "la voz de Dios", la cual estuvo un tiempo escondida en una cueva profunda en las montañas Dumghe, su hogar espiritual hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra actualmente.
A partir de ello, el investigador Tudor Parfitt, que tiene un enfoque literalista de la historia bíblica, postula en su investigación que Ngoma Lungundu está relacionada con el Arca. Su hipótesis se basa en que el objeto descrito por el pueblo Lemba posee atributos similares al Arca, tales como que Ngoma Lungundu es de tamaño parecido, que fue trasladado solo por los sacerdotes, que no se le permitió tocar el suelo, que fue venerad War for the Ark of the Covenanta como una voz de su Dios, o que se utilizó como un arma de gran poder.
Parfitt analizó este artefacto con radiocarbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que coincidió con el repentino final del gran Zimbabue. Parfitt sugiere que la Ngoma Lungundu que se encontró, desciende del Arca bíblica, y que ésta fue reconstruida a través de la historia. Parfitt ofrece la sugerencia de que el arca bíblica, al igual que el Ngoma Lungundu, era una estructura de madera cubierta con un trozo de cuero, y que siempre fue un tambor, así como un arma de algún tipo, al igual que el Ngoma. Yo no lo creo.
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(*) Periodista español
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