MÉXICO.- El sistema financiero de México se ha
deteriorado a raíz de la propagación de la pandemia de Covid-19, debido a
alzas "abruptas" a partir de finales de febrero en los indicadores de
riesgo generada por la volatilidad que la enfermedad ha generado en los
mercados financieros globales y del país, aunque se ha observado una
mejoría en las semanas recientes debido a la apreciación del peso
mexicano.
Así lo ha comunicado el Banco de México en su Reporte de
Estabilidad Financiera de junio de 2020, en el que la entidad explica
que desde la publicación del anterior informe, en diciembre de 2019, las
perspectivas económicas y para el sistema financiero mexicano "se han
deteriorado como resultado de la pandemia de Covid-19".
"Las medidas
sanitarias que se han implementado, tanto a nivel global como en México,
han contribuido a contener la propagación del virus, pero también han
dado lugar a afectaciones importantes sobre la actividad económica
mundial y los mercados financieros internacionales", agrega.
En esta línea, el banco explica que, desde finales de febrero, el
entorno económico y financiero se ha tornado más complejo e incierto.
"Desde entonces, los mercados financieros registraron un desempeño
negativo en línea con los observado a nivel internacional ante el
importante incremento en la aversión al riesgo", apunta.
En concreto, el informe indica que los mercados cambiarios y de
renta fija se caracterizaron por un deterioro en las condiciones de
operación, incluyendo poca profundidad y una menor liquidez. A estos
comportamientos también contribuyó la caída de los precios del petróleo.
En este entorno, el banco señala que se produjo una reducción de los
activos en pesos mexicanos, tanto en renta fija como variable.
Pese a esto, el instituto emisor resalta que en las últimas
semanas los mercados financieros aztecas han mostrado un mejor
desempeño. "En particular, se registraron menores tasas de interés de
valores gubernamentales a lo largo de la curva de rendimientos, y el
tipo de cambio (dólar/peso) se pareció y presentó una menor
volatilidad", aclara. Pese a ello, el texto avisa de que persisten
"importantes riesgos".
En cuanto a los retos que afronta el sistema financiero mexicano,
el Banco de México destaca que se debería evitar que se exacerben los
problemas de operatividad y liquidez que puedan enfrentar los agentes
económicos; mantener el flujo de crédito que requieren las empresas, los
hogares y algunos intermediarios financieros, y conservar condiciones
de liquidez adecuadas, tanto en moneda local como extranjera.
"Asimismo, es necesario contar con buenas condiciones de operación
en los mercados financieros nacionales y propiciar un funcionamiento
apropiado de los sistemas de pagos. Los intermediarios financieros deben
administrar de forma adecuada sus riesgos de mercado, de crédito y
operativos que han venido en aumento", incluye.
Por otro lado, el financiamiento total al sector empresarial
privado no financiero de México continuó desacelerándose durante el
cuarto trimestre del 2019 debido a una pérdida de dinamismo tanto del
financiamiento interno como externo. No obstante, en el primer trimestre
de 2020, el financiamiento a empresas, tanto interno como externo, se
incrementó, apunta el banco.
Por último, el instituto emisor ha subrayado que el sistema
financiero mexicano llegó a la pandemia con una posición de capital y
liquidez sólida, lo que es un elemento "de gran importancia para
enfrentar un entorno de debilidad económica y sostener el financiamiento
a empresas y hogares".
No obstante, la entidad reconoce que la incertidumbre con respecto
al impacto económico de la pandemia podría continuar generando efectos
en la actividad económica y "tensiones importantes en el sistema
financiero".
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