NUEVA YORK.- Las
reservas de petróleo estadounidenses continúan alcanzando nuevos
máximos, más de un mes después de que la OPEP y sus aliados se
dispusieran a reducir el exceso global de suministros.
El
creciente inventario subraya la dificultad que enfrentan la
Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados en sus
esfuerzos por equilibrar el mercado. La demanda se está recuperando
lenta e irregularmente después de las medidas generalizadas de
confinamiento para frenar la pandemia.
Si bien las reservas
estadounidenses se redujeron en mayo luego de que firmas de exploración
en Estados Unidos comenzaran a cerrar pozos debido a la recesión, las
alzas de precios están haciendo que algunos productores vuelvan a operar
solo unas semanas más tarde.
Los
suministros de crudo en EE.UU., uno de los países productores de
petróleo más grandes del mundo, alcanzaron 538,1 millones de barriles la
semana pasada, el nivel más alto del que se tenga registro desde 1982,
según datos de la Administración de Información de Energía. El
incremento ocurre en momentos en que la producción estadounidense ha
disminuido, al menos, en 2 millones de barriles por día desde mediados
de marzo.
La
mayor parte de la acumulación se produjo en la costa del Golfo, donde
las reservas también alcanzaron un récord, impulsadas por un aumento de
las importaciones de crudo. Las importaciones netas de petróleo son las
más altas desde agosto.
En EE.UU., se está enviando más excedente de
petróleo para su almacenamiento a la Reserva Estratégica de Petróleo,
que aumentó la semana pasada en 2,2 millones de barriles al nivel más
alto desde noviembre de 2018.
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