BRUSELAS.- El fondo de medio billón
de euros en ayudas propuesto por Francia y Alemania para desbloquear la
negociación de un plan de reconstrucción para la Unión Europea (UE)
chocó con los países llamados "frugales", complicando la respuesta
económica del bloque a la pandemia.
La canciller alemana, Angela
Merkel, y el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, propusieron el
lunes crear un fondo de 500.000 millones de euros (unos 550.000 millones
de dólares) a partir de la emisión de deuda en los mercados por la
Comisión Europea en nombre de la UE.
"Hay que reconocer el carácter histórico de la propuesta",
indicó a la AFP Anne-Laure Delatte, consejera científica del Cepii
francés, quien destacó el "cambio de posición" de Merkel sobre la
emisión de deuda común y la concesión de los fondos mediante
subvenciones y no préstamos.
Sin embargo, este último punto no
convence a los países llamados "frugales" -Holanda, Austria, Suecia y
Dinamarca-, partidarios del rigor fiscal y, en palabras del canciller
austríaco Sebastian Kurz, "dispuestos a ayudar a los países más
afectados con préstamos".
Estos cuatro países ya expresaron su
malestar el martes durante una reunión de los ministros de Finanzas de
la UE, según un diplomático europeo. Y, este miércoles, el primer
ministro neerlandés, Mark Rutte, anunció que presentarán su propio plan
próximamente.
"Si alguien pide ayuda, debe poner en marcha
reformas de gran envergadura para poder garantizar su autonomía la
próxima vez", avanzó Rutte, quien semanas atrás se opuso a la creación
de los "coronabonos" reclamados por los países del Sur para luchar
contra el virus.
Ya en el pasado, un pequeño grupo de países
liderado por La Haya aguó un plan de París y Berlín de un presupuesto
para la zona euro. "La historia es diferente ahora" por el alcance de la
recesión, según Janis Emmanoulidis, del European Policy Centre (EPC).
La Comisión Europea prevé
una contracción del 7,5% del PIB del bloque en 2020 por la pandemia del
nuevo coronavirus. Entre las principales economías, Italia liderará la
recesión con un -9,5%, seguida de España (-9,4%), Francia (-8,2%) y
Alemania (-6,5%).
Aunque el plan de Francia y Alemania es uno más
de los ya presentados por otros países como España, procede de los
miembros de más peso económico y político. "La salida de esta crisis
necesita un impulso más extraordinario del eje franco-alemán", según el
diplomático.
La titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen,
será la encargada de presentar el 27 de mayo la propuesta de fondo de
recuperación vinculado al futuro Marco Financiero Plurianual (MFP)
2021-2027, que deberán debatir los 27 dirigentes europeos a
continuación.
"Llamo a los 27 Estados miembros a trabajar con un
espíritu de compromiso tan pronto como la Comisión Europea presente su
propuesta", urgió el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel,
advirtiendo del necesario consenso para "llegar a un acuerdo".
Aunque
la Comisión, de boca de su vocero Eric Mamer, advirtió que la propuesta
de Von der Leyen será una "síntesis" y no una "copia" del plan de
Berlín y París, este último puso de relieve varias de las líneas rojas
en principio insuperables para los países europeos.
Además del pulso entre
los partidarios de ayudas no reembolsables, como España e Italia
-duramente golpeados por el virus, con 60.000 muertos entre ambos
países-- y de préstamos, como los cuatro "frugales", la llamada
"condicionalidad" es otro de los fantasmas para los primeros.
La
referencia en el plan de Macron y Merkel al "compromiso claro a aplicar
políticas económicas sanas y un programa de reformas ambicioso" parece
devolver al primer plano los duros programas de ajustes a cambio de
rescates durante la pasada crisis de la deuda.
Madrid y Roma ya pelearon para que el fondo de rescate de
la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), no exigiera
reformas a cambio de la concesión de líneas de crédito para afrontar la
emergencia sanitaria, que se quedaron en un control de gastos.
Estas
líneas de crédito forman parte de una primera respuesta de emergencia
de medio billón de euros, junto al instrumento de préstamos para los
planes de desempleo temporal (SURE) y los créditos del Banco Europeo de
Inversiones (BEI) para empresas.
La Comisión Europea debe ahora
desvelar su plan de reconstrucción y resolver las incertidumbres sobre
el volumen total, la condicionalidad, el equilibrio entre préstamos y
subvenciones y la manera de sufragar la eventual deuda, antes del
esperado difícil debate entre los 27.
No hay comentarios:
Publicar un comentario