QUITO.- Un
deslizamiento de tierra dañó los dos oleoductos de Ecuador el martes,
lo que intensifica los problemas de una nación que lucha por pagar sus
deudas en medio del brote de coronavirus más intenso de América Latina.
Las
fuertes lluvias en San Rafael, un área selvática en las laderas
occidentales de los Andes, desencadenaron el incidente, dijo en un
mensaje de texto Vladimir Cabezas, un portavoz de la petrolera estatal
Petroecuador.
La
compañía estima que tomará entre dos y tres semanas reconstruir los
ductos SOTE (propiedad estatal) y OCP (propiedad privada) hacia un nuevo
curso.
Petroecuador
tiene 2,5 millones de barriles de crudo de grado Oriente almacenados en
el puerto de Balao, en el Océano Pacífico, y Cabezas indicó que podrán
cumplir con las entregas durante este tiempo.
El volumen es suficiente
para satisfacer la demanda de exportación durante 10 días, según
cálculos de Bloomberg basados en los volúmenes vendidos el año pasado.
Las autoridades también están trabajando para contener el petróleo
derramado en el río Coca.
La
demanda local ha bajado debido al cierre de la economía ecuatoriana a
medida que el Gobierno de Lenín Moreno intenta controlar el brote local
de Covid-19.
Con
242 muertes registradas, Ecuador tiene el mayor número de
fallecimientos confirmados per cápita de la enfermedad en la región.
Dada la continua desaparición de ingresos fiscales y petroleros y los
gastos acumulados en emergencia de salud, los inversionistas en bonos
están valorando una probabilidad de incumplimiento.
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