PARÍS.- La economía mundial sufre una dura paralización por las medidas de confinamiento destinadas a combatir la pandemia de coronavirus, con la quiebra de empresas y la deuda pública disparada en muchos países, pero algunos economistas son optimistas sobre una reactivación sólida tras la tempestad. Las comparaciones con la crisis financiera de 2008 ya no alcanzan, vista la magnitud de las cifras.
El número de desempleados, las pérdidas de las empresas,
los montos de los planes de sostén económico en los países
desarrollados: los ceros se alinean uno tras otro, superando con creces
lo que el mundo vio hace más de una década.
Hay que remontarse a
la Gran Depresión de 1929 para encontrar magnitudes similares, según la
directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina
Georgieva.
El crecimiento mundial tendrá un comportamiento
"fuertemente negativo en 2020", y 2021 podría ser "peor" si la pandemia
se extiende, estimó el jueves pasado, antes de las reuniones de
primavera boreal del organismo, las cuales tendrán formato virtual por
primera vez esta semana.
A pesar de la situación, algunos
economistas prevén una recuperación económica rápida y sólida cuando las
personas puedan dejar sus hogares y vuelvan a trabajar.
Las
consecuencias de esta crisis se parecen más a las de una catástrofe
natural, por ejemplo un huracán, que a las de una crisis financiera o
económica tradicional, destacaron economistas de la Reserva Federal
(Fed, banco central) regional de Nueva York.
"Las recesiones se
desarrollan progresivamente, con el paso del tiempo", explicaron el
viernes los investigadores Jason Bram y Richard Dietz.
En cambio,
la pandemia de coronavirus, que ya ha dejado más de 100.000 muertos en
el mundo, "llegó de golpe, y golpeó de lleno la economía en un mes",
aseguraron.
Primero afectó al turismo, las aerolíneas y los viajes.
Pero, a diferencia de una
catástrofe natural, no conlleva destrucción de infraestructura, "lo
cual podría facilitar una reactivación económica más rápida", sostienen.
Incluso
con gasto público masivo, esencial para una recuperación, "las pérdidas
de empleo serán traumáticas y un reactivación posvirus completa tomará
de 12 a 18 meses", estima por su lado Gregory Daco, de Oxford Economics.
¿Pero cuándo soltar amarras? En momentos en que China le
devolvió la libertad a los habitantes de regiones afectadas luego de dos
meses de confinamiento, y que los países europeos comienzan a pensar en
un calendario, el presidente estadounidense Donald Trump consideró que
esa será la decisión más importante de su vida.
"Deberemos proceder lentamente (...). Y tendremos reveses", consideró Karen Dynan, exjerarca del Tesoro de Estados Unidos.
Estados
Unidos, la mayor economía del mundo, había iniciado el año con una
economía a todo vapor, con el desempleo en su nivel más bajo en 50 años.
Pero
la crisis del coronavirus dio un inesperado giro a la realidad de una
economía floreciente: 17 millones de personas quedaron desempleadas en
apenas tres semanas.
La economía debería
registrar una contracción de 20% en abril y otro 20% en mayo, advirtió
el viernes Dynan, que proyecta una caída económica de 8% en 2020.
Para todo el mundo, espera un descenso de 3,4%, un pronóstico más pesimista que los ya publicados.
En cambio, para 2021 es entusiasta y prevé una expansión de 7,2%.
Reconoce, sin embargo, que muchos de sus colegas del centro de estudios Peterson Institute no comparten su optimismo.
En
Estados Unidos, la inyección masiva de liquidez en la economía abultará
aún más el déficit fiscal, algo que comenzará a notarse en abril.
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