SIDNEY.- Un temporal con lluvias torrenciales está azotando el este de Australia, mientras que en el oeste el país sufre un ciclón tropical, una emergencia que se suma a los graves incendios que desde hace semanas asolan el suroeste del país.
La tormenta ‘Damien’ ha tocado tierra este sábado en la región de Dampier-Karathha,
en la costa noroeste del país, catalogada como categoría 3 y ha
provocado “vientos muy destructivos” con rachas de hasta 205 kilómetros
por hora y “lluvias muy intensas”, según la Agencia Meteorológica
Australiana.
Los expertos habían pronosticado que alcanzara la categoría cuatro, pero hasta ahora no lo ha hecho y lo previsible es que se debilite más y más conforme vaya avanzando en tierra.
Por ello, las autoridades han alertado a los residentes en varias localidades costeras de los riesgos por oleaje, “con olas dañinas y graves inundaciones”, en particular en las regiones de Pilbara y Gascoyne.
“Hay muchas ramas y hojas volando por todas partes”, ha relatado el
alcalde de Karratha, Peter Long, en declaraciones a la televisión
australiana ABC.
Mientras, en el suroeste de Australia, en Katanning, un nuevo incendio descontrolado amenaza casas y vidas humanas, según ha alertado el servicio de Bomberos, que ha emitido una alerta de máximo nivel en la tarde de este sábado.
En los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland, en el este, donde
los incendios han asolado millones de hectáreas desde septiembre, un
nuevo temporal está causando vientos, lluvias torrenciales, oleaje de gran altura e inundaciones tras dos años de grave sequía.
En algunas zonas de Nueva Gales del Sur se han recogido hasta 300 milímetros por metro cuadrado de lluvia en 48 horas y en Sídney se han registrado 150 milímetros
desde el jueves. “No hemos visto nada parecido desde finales de los
90”, ha apuntado la directora de la filial estatal de la Agencia
Meteorológica Australiana, Jane Golding. Las lluvias seguirán hasta el
domingo, ha advertido.
El Servicio Estatal de Emergencia ha emitido una alerta por inundaciones y vientos con capacidad destructiva de hasta 90 kilómetros por hora. Desde el miércoles y hasta el sábado este organismo ha recibido más de 2.600 avisos.
El Servicio de Incendios Rurales de Nueva Gales del Sur ha informado
por su parte de que hay 38 incendios activos en la zona que podrían
remitir gracias a la lluvia.
“Está claro que agradecemos la lluvia, cualquier cantidad de lluvia, pero aún hay fuegos
y la temporada de incendios no termina oficialmente hasta el 31 de
marzo”, ha apuntado un portavoz del Servicio, Greg Allan, en
declaraciones a DPA.
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