BEIRUT.- Cientos de personas resultaron heridas en Beirut el martes en los
enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y unos manifestantes que
rechazan al nuevo Gobierno, el cual pretende superar una moción de
confianza en el Parlamento.
El humo se propagaba por Beirut y la
policía antidisturbios disparaba gases lacrimógenos contra los
manifestantes que intentaban impedir que los diputados llegaran al
Parlamento, que permanecía fuertemente atrincherado. La Cruz Roja
libanesa dijo que atendió a 373 personas heridas y trasladó a 45 al
hospital.
El Líbano, uno de los Estados más endeudados del
mundo, se enfrenta a una crisis financiera sin precedentes que tiene sus
raíces en décadas de despilfarro y corrupción del Estado y que ha
alimentado la indignación pública.
El presidente del
Parlamento, Nabih Berri, ha dicho que el Líbano debería buscar la ayuda
técnica del FMI para elaborar un plan de emergencia, pero que no podía
entregarse al FMI porque la nación no podía soportar sus condiciones.
Según
comentarios recogidos por el periódico An-Nahar y confirmados por una fuente del Gobierno, Berri también dijo que el Líbano debería
decidir si paga la deuda externa que vence el mes que viene basándose en
el asesoramiento del FMI.
La crisis del Líbano llegó a su punto
álgido el año pasado cuando la disminución de las entradas de capital
desde el extranjero provocó una crisis de divisas y estallaron protestas
contra la élite gobernante.
“La gente está sufriendo y
el Gobierno no escucha”, dijo Lama Tabbara, de 34 años, que participa
en las protestas y no tiene empleo. “Lleva mucho tiempo arrancar de raíz
un viejo árbol podrido y eso es lo que el Gobierno representa.”
Los
coches de los diputados y ministros que llegaban a la zona del
Parlamento recibieron el impacto de huevos y pintura, pero la sesión
siguió adelante a pesar de las refriegas. Al inicio, Berri dijo que un
diputado había recibido puntos de sutura después de ser golpeado en la
cara y la cabeza con piedras.
Hombres y mujeres, con el rostro
envuelto en pañuelos, lanzaban piedras a las fuerzas de seguridad
desplegadas en varios lugares. La policía disparó con un cañón de agua.
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