HONG-KONG.- Los fabricantes de automóviles chinos están conduciendo hacia el
oeste en busca de crecimiento. Ante el estancamiento de las ventas en el
mercado interno, Great Wall Motor ha anunciado planes para invertir
1.000 millones de dólares para entrar en la India y comenzar la
producción a nivel local. No serán los únicos.
A pesar de que
fabricantes como Ford, GM y Fiat Chrysler han echado el freno en los
últimos meses en este mercado, los fabricantes de coches chinos tendrán
una ventaja sobre sus rivales del subcontinente, aprovechando que los
consumidores buscan vehículos más allá de los modelos pequeños y
asequibles.
Las ventas de coches de pasajeros se redujeron
drásticamente en la India el año pasado debido a las nuevas normas sobre
seguros y emisiones, pero el potencial de crecimiento a largo plazo es
asombroso: en 2018 sólo había unos 20 coches por cada 1.000 personas.
A
diferencia de China, donde cientos de competidores rivalizan por la
atención del comprador, la industria está concentrada: Suzuki Maruti
representa aproximadamente la mitad de todas las ventas de vehículos de
pasajeros, lo que sugiere que hay espacio para que otros compartan el
botín.
Por eso, Great Wall, valorada en 9.000 millones de dólares, y
competidoras como SAIC Motor y FAW Car estuvieron entre los 300 grupos
chinos que se inscribieron en el Salón del Automóvil de la Sociedad de
Fabricantes de Automóviles de la India que se celebra este mes en
Greater Noida, en el estado de Uttar Pradesh.
En enero, Great Wall Motor
se hizo con la antigua fábrica de GM cuando los estadounidenses
metieron la marcha atrás.
Los fabricantes de automóviles chinos
podrían dejar su impronta. Son más hábiles en la fabricación de
vehículos utilitarios deportivos espaciosos, que son populares en China y
atraen cada vez más a los indios acaudalados que están listos para
dejar atrás los sedanes más compactos.
Estos últimos siguen siendo los
más vendidos entre las marcas nacionales; sin embargo, las ventas de
vehículos utilitarios, incluidos los SUV, aumentaron un 5% el año
pasado, a pesar de la recesión, según muestran las cifras de la Sociedad
de Fabricantes de Automóviles de la India.
Los rivales occidentales
tenían sueños similares de controlar este el segmento, pero los chinos
son capaces y están dispuestos a fabricar coches más baratos, lo que
ayudará a los recién llegados a ganar tracción.
El impulso del primer ministro Narendra Modi para conseguir vehículos
más limpios podría ser también una ventaja para los fabricantes chinos.
La guerra de Pekín contra la contaminación atmosférica ha acelerado el
desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos en China.
Si los indios se
deciden por la nueva tecnología, los chinos estarán bien situados para
competir con fabricantes indios como Tata Motors, que también está
lanzando ahora coches eléctricos. Parece que este viaje vale la pena.
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