HONG-KONG.- Hong Kong comienza este
sábado a imponer una cuarentena de dos semanas a cualquier persona que
llegue de China continental, una medida destinada a frenar la
propagación del nuevo coronavirus.
Cualquier persona que llegue
de China continental está obligada a aislarse durante dos semanas en
casa, en el hotel o en cualquier otro alojamiento. Las llamadas
telefónicas diarias y las visitas aleatorias permitirán a las
autoridades asegurarse de que se respeta la cuarentena. Y los
recalcitrantes se exponen a seis meses de prisión.
Con esta medida radical, cuyas modalidades se dieron a
conocer seis horas antes de su entrada en vigor a medianoche, el
gobierno de Hong Kong espera frenar el flujo de personas entre China
continental y el territorio. "Vamos a parar a muchas personas",
reconoció el ministro de Seguridad, John Lee.
Los viajeros que
desembarquen en Hong Kong sin haber solucionado dónde pasarán la
cuarentena serán llevados a centros de alojamiento abiertos por las
autoridades.
Las personas que estuvieron en China continental en
los últimos 14 días y llegaron a Hong Kong desde otro país también están
sujetas a estas medidas.
Aquellos que se presenten en la frontera
con un visado válido por menos de 14 días, serán rechazados. En la
práctica la medida prohibirá la entrada de la mayoría de los habitantes
de China continental, que suelen visitar Hong Kong con visas de siete
días.
Las autoridades han reclutado voluntarios para llevar a cabo
llamadas de control diarias y visitas sorpresa a personas en
cuarentena.
El viernes por la noche se formaron largas filas de
espera en la frontera con Hong Kong, en la ciudad aledaña de Shenzen,
poco antes de que la medida entrara en vigor. Y el sábado, el puente
fronterizo que conecta Hong Kong con la ciudad de Shenzhen, en China
continental, estaba prácticamente desierto.
"Tengo que venir
porque mi hija va al colegio aquí", explica una madre de vuelta de 20
días de vacaciones en China continental. "Respetaremos la cuarentena,
porque es por el bien general", asegura.
Solo hay dos puestos
fronterizos abiertos entre Hong Kong y el resto de China, además del
aeropuerto del territorio, cuyo número de pasajeros ha caído
considerablemente.
Algunas profesiones están exentas de la
cuarentena, como las tripulaciones de aviones y barcos y los conductores
de camiones, en aras al aprovisionamiento de Hong Kong.
Hong Kong
sigue traumatizado por el recuerdo de la epidemia del Síndrome
Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que mató a 299 personas en el
territorio en 2003.
Desde el comienzo de la epidemia del nuevo
coronavirus en China, los consumidores toman de asalto los supermercados
para hacer acopio de alimentos y bienes de primera necesidad, pese a
que las autoridades han negado que vaya a haber un riesgo de escasez.
La
epidemia del nuevo coronavirus ha matado a 722 personas e infectado a
más de 34.500 en China continental, según el último saldo oficial. En
Hong Kong, el virus mató a una persona e infectó a 26.
Varias
personas infectadas recientemente contrajeron el virus sin haber viajado
a China continental, lo que hace que las autoridades de Hong Kong teman
la existencia de un brote de la epidemia en el interior de la ciudad.
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