BAGDAD.- El exministro de Comunicaciones Mohamed Tawfiq Allaui ha anunciado
este sábado que ha recibido el encargo de formar gobierno en Irak, como
primer ministro designado, y poner fin así a la violenta crisis política
que ha dejado más de 500 muertos en todo el país, la mayoría por la
represión de las fuerzas de seguridad.
Allaui ha confirmado su nombramiento a través de un vídeo publicado
en las redes sociales, en un día que expiraba el ultimátum dado por el
presidente del país, Barham Salí, para elegir el nuevo primer ministro
en funciones.
En el vídeo, recogido por la agencia DPA, Allaui ha manifestado su
intención de combatir la corrupción y fijar una fecha para nuevas
elecciones, así como su compromiso de proteger a los manifestantes que,
desde hace meses, exigen la regeneración política en Irak, y llevar a
sus asesinos ante la justicia.
El cargo está desempeñado actualmente por Adil Abdul Mahdi, que
presentó su dimisión en diciembre pero se comprometió a seguir en su
puesto hasta la designación de un sustituto.
Allaui regresa así a primer plano de la política tras servir hasta en
dos ocasiones como ministro de Comunicaciones bajo el gobierno del ex
primer ministro Nuri al Maliki, primero de 2006 a 2007 y después de 2010
a 2012. Dimitió en ambas ocasiones.
El nuevo primer ministro designado ha avisado a los bloques políticos
iraquíes que renunciará a su cargo en el momento en que perciba que le
intentan imponer a candidatos para las diferentes carteras y ha pedido
paciencia para desarrollar el proceso de formación de Gobierno, que
debería culminar en el plazo máximo de un mes.
Allaui ha sido designado primer ministro por el presidente Salí
después de que la coalición opositora iraquí Alianza Fatá, formada en su
mayoría por grupos chiíes, acusara al mandatario de violar la
Constitución al imponer un ultimátum para elegir al nuevo jefe en
funciones del Ejecutivo.
Alianza Fatá es un bloque formado en su mayoría por grupos afines a
las Fuerzas de Movilización Popular, las milicias chiíes cuyo
responsable adjunto, Abu Mahdi al Muhandis, murió a principios de mes
durante el ataque norteamericano en Bagdad que también acabó con la vida
del general iraní Qasem Soleimani.
El general estaba considerado como el arquitecto de la política
militar exterior de la república islámica y un hombre estrechamente
vinculado tanto a las milicias como a la población y grupos políticos
chiíes de Irak.
Ante semejante panorama, Salí decidió el miércoles lanzar un
ultimátum en el que avisaba a todas las partes negociadoras que, o
concretaban inmediatamente un primer ministro, o elegiría personalmente a
un jefe del Ejecutivo a última hora de este sábado, como ha sucedido.
Pese a que el acuerdo parece un paso hacia la resolución de la
crisis, podría sin embargo agravarla, puesto que el movimiento de
protesta probablemente rechazará a Allaui. El acuerdo “provocará
malestar en las calles”, ha explicado el analista iraquí Husham al
Hashimi en declaraciones a la televisión kurdo-iraquí Rudaw.
“El acuerdo entre la coalición Fatá y Mohamed Tawfiq Allaui es un
acuerdo político y no un acuerdo para resolver la crisis. El acuerdo lo
rechaza el movimiento en las calles y podría provocar a las calles”, ha
apuntado Al Hashimi en Twitter.
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