DAVOS.- Un
año después de haber sido reconocido por medio centenar de países como
presidente encargado de Venezuela, el opositor Juan Guaidó pidió este
jueves a los líderes mundiales reunidos en el foro de Davos apoyo
internacional contra la "dictadura" de Nicolás Maduro y descartó
negociar de nuevo con el presidente socialista, tras dos intentos
fallidos que calificó de "burlas" .
"Nunca
vamos a cerrar la puerta a una solución más no vamos a prestarnos para
más burlas y que ellos traten de burlarse de todos, no solamente de los
venezolanos", dijo Guaidó a la prensa en el foro suizo, donde vino a
buscar respaldos en su ofensiva contra el gobierno de Caracas.
En
2017 hubo un primer intento de negociación en la República Dominicana y
en 2019 un segundo intento, con mediación de Noruega, ambos sin
resultado.
"La
reina de los mecanismos de resolución de conflictos es la mediación y
la negociación. Lo hemos intentado dos veces y lamentablemente ha sido
la dictadura la que ha bloqueado esta opción", añadió .
El
opositor reiteró que quiere "presionar" internacionalmente al gobierno
de Caracas y en un discurso pronunciado el jueves por la mañana pidió
ayuda a los líderes políticos y económicos de Davos porque "solos no
podemos".
Para
ello mantuvo durante la jornada breves encuentros o reuniones con la
canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro de Holanda Mark
Rutte o el secretario de comercio estadounidense Wilbur Ross.
Violando
una prohibición para salir de su país, Guaidó viajó a principios de
semana a Colombia y desde allí arrancó una gira europea que, tras pasar
por Londres y Bruselas le llevará a España, donde confirmó que estará el
sábado, y probablemente a París, en una etapa todavía por confirmar.
El
paso de Guaidó por al Foro Económico Mundial (WEF), que reúne cada año
en esta pequeña estación de esquí suiza a la élite económica y política
mundial, coincide con el primer aniversario de su autoproclamación como
presidente encargado de Venezuela, el 23 de enero de 2019 en Caracas.
Sin
embargo desde entonces la crisis parece estancada, a pesar de los
apoyos internacionales a su causa, que incluyen Estados Unidos, la
mayoría de países de la Unión Europea y vecinos de la región como
Ecuador o Colombia, presidida por Iván Duque, uno de sus principales
apoyos y que también está en Davos.
En
su discurso del jueves, Guaidó dibujó un panorama sombrío para
Venezuela, que enfrenta según él "una tragedia sin precedentes".
"Venezuela no es un país en guerra. No oímos las bombas, pero sentimos
el llanto, el dolor de las madres", aseguró, y denunció un territorio en
manos de un "conglomerado criminal" donde actúan según él grupos del
Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y del Hezbolá.
"No vamos a descansar hasta lograr nuestra segunda independencia", afirmó.
En
Bogotá, el lunes, Guaidó fue recibido con honores de jefe de Estado y
se reunió con Duque y también con el secretario de Estado
norteamericano, Mike Pompeo, que le prometió mayor apoyo en su pugna por
el poder con Maduro.
La
imposibilidad de desplazar a Maduro del poder hizo caer la popularidad
de Guaidó, de 63% a 38,9% en 12 meses, según la encuestadora venezolana
Datanálisis.
El
líder opositor, un ingeniero de 36 años, ha tratado de revitalizar las
protestas contra Maduro, pero sus llamados han tenido débil respuesta,
con cientos de manifestantes frente a las decenas de miles que movilizó
un año atrás.
Guaidó
se autoproclamó presidente encargado de Venezuela hace un año, después
de que Maduro iniciara un segundo mandato, considerado ilegal por la
oposición y parte de la comunidad internacional, en un contexto de
colapso de la economía y de crisis migratoria.
En
lo que es considerado el mayor éxodo de la región en las últimas
décadas, un total de 4,6 millones de venezolanos abandonaron su país
desde finales de 2015, según las Naciones Unidas.
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