WASHINGTON.- - Autoridades de la Reserva Federal pueden estar de acuerdo en que es
probable que las tasas de interés no se muevan pronto, pero el lunes
mostraron posturas encontradas sobre cuán preocupados están sobre los
riesgos financieros para evaluar el momento en que será necesario un
alza del costo del crédito.
El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que para él
hay una “vara alta” para cualquier incremento de las tasas hasta que la
inflación se mueva de manera convincente hacia el objetivo del 2%, y esa
evidencia de endeudamiento excesivo o inestabilidad financiera en la
economía tendría que ser “sistémica” para pensar diferente.
“Va a
haber una vara muy alta para nosotros para hacer una política monetaria
más restrictiva”, sostuvo Bostic. “Vamos a dejar que la economía se
caliente lo suficiente para hacer que se mueva la inflación y nos lleve a
un lugar donde estemos cómodos de que el nivel no es una amenaza para
las expectativas”.
Las expectativas entre empresas y hogares de
que la inflación descenderá son consideradas como un precursor de
precios débiles y lento crecimiento del tipo que ha acosado en Japón.
Tras
casi ocho años en los que el ritmo de los incrementos de precios han
estado por debajo de la meta del 2%, funcionarios de la Fed dicen que
toman seriamente el riesgo de que podrían perder la confianza del
público.
Sin embargo, el jefe de la Fed de Boston,
Eric Rosengren, argumentó el lunes que el banco central necesita estar
alerta tanto a la sorpresa de la inflación como a la posibilidad de que
los continuos bajos costos del crédito pudieran inflar demasiado los
valores de los activos, particularmente en bienes raíces, y preparar el
escenario para un colapso.
El año pasado, Rosengren estuvo en
contra de las tres bajas de tasas de interés. El lunes, apuntó que
incluso si la inflación se ve débil, la Fed tiene poca experiencia
analizando la economía cuando el desempleo y las tasas de interés son
anormalmente bajos.
“Los banqueros centrales no tienen mucha
experiencia histórica con períodos extendidos donde las tasas de interés
marchan por debajo del nivel estimado de equilibrio mientras,
simultáneamente, las tasas de desempleo son históricamente bajas”,
aseguró Rosengren. “Así que queremos estar alertas ante cualquier riesgo
posible que surja”.
Ni Rosengren ni Bostic tienen derecho a voto este año en el panel que fija la política monetaria.
Decidir
cómo analizar los riesgos financieros y cuánto peso darle será un punto
clave en el debate en los próximos meses en el banco central.
Tras
reducir las tasas de interés tres veces el año pasado, las autoridades
de la Fed dijeron que es poco probable que suban o bajen el costo del
crédito de nuevo, a menos que haya un cambio significativo en la
dirección de la economía.
Aunque ese es el consenso, hay quienes
como Rosengren argumentan que tasas más altas podrían ser apropiadas
para evitar un resultado peor en el futuro al evitar préstamos
riesgosos.
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