BRUSELAS.- Los
ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo)
acogieron este jueves con un cauteloso optimismo la propuesta alemana
para desbloquear el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, un
inesperado movimiento que acaba con el veto de Berlín, pero no resuelve
el puzzle de intereses enfrentados.
"Es
todavía un debate difícil y tendremos que avanzar paso a paso, pero
(...) siento un nuevo estado de ánimo en la habitación y espero que en
los próximos meses acordemos una hoja de ruta para empezar las
negociaciones políticas", dijo el presidente del Eurogrupo, Mário
Centeno, tras un encuentro en el que se debatió la propuesta.
"Es
un gran avance si se mira la actitud (alemana) de los últimos años y
podemos ser más optimistas tras esta reunión que nunca antes", explicó
el comisario de Economía, Pierre Moscovici, advirtiendo, no obstante,
que es "vital" tener esta hoja de ruta en diciembre.
El
Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, en inglés) es la eterna
asignatura pendiente de la eurozona, el tercer pilar que debe completar
una unión bancaria que ya cuenta con un Mecanismo Único de Supervisión
de bancos y con una Junta Única de Resolución para intervenir cuando
tengan problemas.
El
EDIS debe complementar a los fondos de garantía de depósitos con que
cuenta cada país para pagar los depósitos de hasta 100.000 euros en caso
de quiebra, garantizando así el mismo nivel de protección en toda la
eurozona.
El
objetivo es evitar que, en caso de problemas en un país, se produzca
una fuga de depósitos hacia bancos de otros Estados que acabe poniendo
en peligro al conjunto de la eurozona.
Desde
que la propuesta se presentó en 2015, Alemania, Holanda y otros países
se han opuesto por temor a que sus fondos acaben pagando por los
problemas en Estados con una banca menos saneada.
Sin
embargo, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, ha retirado esta
semana el veto germano al EDIS, a cambio de tomar otras medidas para
reducir los riesgos de la banca. La propuesta del titular socialista, no
obstante, carece de momento del visto bueno del conjunto del Gobierno,
dónde también están los conservadores de la CDU.
En
concreto, Scholz pide que se uniformen las legislaciones nacionales de
insolvencia bancaria, que se reduzca el ratio de préstamos fallidos de
los balances y que la deuda soberana deje de considerarse un activo
libre de riesgo, de modo que se exijan colchones de capital por estos
bonos.
Los
bancos europeos tienden a acumular deuda de sus propios Estados, lo que
crea un vínculo entre el riesgo de un país y el de su sector bancario
que durante la crisis financiera se reveló tóxico y con el que la
eurozona quiere acabar.
"Esto
tiene que evitarse, necesitamos más seguridad y esta es una de las
condiciones para avanzar con la unión bancaria", insistió Scholz a su
llegada.
Sin
embargo, España e Italia, ya han mostrado sus reticencias a condicionar
el EDIS a que se limite la exposición de los bancos a la deuda soberana
o exigir provisiones por su riesgo.
"Sobre
el Fondo de Garantía de Depósitos y la aparente relación con el
tratamiento de la deuda soberana, se trata de cuestiones que en nuestra
opinión no están relacionadas", señaló la ministra de Economía española, Nadia Calviño, quien aún así consideró positiva la propuesta
alemana.
La ministra abogó por la creación "cuanto antes" de "un bono, un título de deuda, que sea de ámbito de la eurozona".
Su
homólogo italiano, Roberto Gualtieri, consideró que cambiar el
tratamiento de la deuda "tendría un impacto negativo" porque no se ha
acordado a nivel internacional y pidió "estudiarlo en el contexto de un
activo seguro europeo".
Este
activo común, que titulizaría deuda de varios Estados, es una de las
vías que se han explorado para romper el círculo vicioso entre banca y
deuda soberana.
Para otros países la reducción de los riesgos debe anteceder al EDIS.
"El
tema de las leyes de insolvencia tiene que clarificarse. Si estas
condiciones se cumplen, el progreso será mayor", dijo el ministro de
Finanzas austríaco Eduard Müller.
Su
homólogo holandés, Wopje Hoekstra, calificó de "positiva" la propuesta
alemana, pero subrayó que "la gran cuestión es cómo asegurar la
reducción de riesgos que tanto se necesita".
El
presidente del Eurogrupo insistió en que la idea es acordar un paquete
"equilibrado" de medidas ligadas entre sí para completar la unión
bancaria, relativas al EDIS, la deuda soberana o las normas de
liquidación, para lo que llevan meses trabajando a nivel técnico.
Y
subrayó que lo harán con "responsabilidad" para evitar que su impacto
ponga en peligro al sector financiero o los mercados europeos.
El objetivo es tener un calendario para las negociaciones políticas en diciembre.
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