WASHINGTON.- Estados
Unidos y China avanzan hacia la finalización de su guerra comercial con
un acuerdo que incluya la retirada gradual de los aranceles que ambas
partes se han ido imponiendo durante la guerra comercial, que comenzó en
marzo de 2018 y ha tenido fuertes repercusiones globales.
La
noticia la adelantó primero el Gobierno chino, que señaló hoy que se
han llegado a "consensos" tras las conversaciones "extensas,
constructivas y serias" de las últimas semanas entre ambas partes.
"Las
dos partes han acordado eliminar los aranceles a medida que se vayan
haciendo progresos. Si China y Estados Unidos llegan a un acuerdo en la
'primera fase', las dos partes deberían eliminar los aranceles
simultáneamente y en la misma proporción", dijo Gao Feng, portavoz del
Ministerio de Comercio, en una rueda de prensa.
Poco
después, fuentes conocedoras de las conversaciones en Washington
confirmaban a Efe que este repliegue en los gravámenes comerciales
formaba parte de la "fase uno" del acuerdo.
Como
consecuencia, los mercados recibieron las informaciones sobre el
posible acuerdo con optimismo y el Dow Jones de Industriales, el
principal indicador de Wall Street, registraba un ascenso de 0,93% una
hora antes del cierre de la jornada.
Resta por decidir el lugar donde el presidente estadounidense, Donald Trump, y el chino Xi Jinping, fumen la pipa de la paz.
Trump
afirmó la pasada semana que anunciará "pronto" un nuevo lugar para la
firma de la "primera fase" del acuerdo comercial con China, en la que se
reunirá con Xi, tras la sorpresiva cancelación de la cumbre de la APEC
en Chile donde se tenía prevista la ratificación a mediados de
noviembre.
"China
y EE.UU. están trabajando para seleccionar un nuevo lugar para la firma
de la Fase Uno del Acuerdo Comercial, en torno a 60 % del total,
después de la APEC en Chile fuese cancelada por circunstancias no
relacionadas", indicó Trump en su cuenta de Twitter.
"El nuevo lugar será anunciado pronto. El presidente Xi y el presidente Trump estamparán sus firmas", agregó.
El
mandatario describió el pacto como la "primera fase" en un proceso que
puede desarrollarse en hasta tres etapas, y dejó de lado sus planes de
subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático a finales
de año.
Por
su parte, China se comprometió a aumentar sus compras de productos
agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40.000 y 50.000 millones
de dólares, una cifra que, según Trump, es entre "2,5 y 3 veces
superior" a lo que Pekín "había comprado hasta ahora en su punto más
álgido", cuando rozó los 17.000 millones de dólares.
Ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles del acuerdo.
Trump
solo indicó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de
la divisa china y temas de propiedad intelectual, aunque no trata la
transferencia forzada de tecnología en China, un tema que se discutirá
"en la segunda fase".
Las
tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo han
afectado la actividad global, con especial incidencia en las cadenas de
suministro internacionales.
En
concreto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó en octubre las
previsiones de crecimiento tanto de EE.UU. como de China para este año y
el próximo, así como las perspectivas de crecimiento mundial ante la
creciente incertidumbre.
"Hemos
determinado que hay una cadena de coste y consecuencias, que va de las
tensiones comerciales a la incertidumbre, de ahí a la ralentización de
las inversiones, de ahí a la ralentización del crecimiento, de ahí a la
erosión potencial del empleo y de ahí a la erosión de la confianza de
los consumidores", explicó Kristalina Georgieva, directora gerente del
Fondo el pasado mes.
Para
este año, el organismo proyecto que la expansión económica global sea
solo un 3 %, su menor ritmo desde la crisis financiera.
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