LA PAZ.- La violencia se extendió el lunes por la noche en Bolivia en protesta
por un supuesto fraude electoral a favor del presidente Evo Morales,
cuando el órgano electoral difundió datos preliminares que le dan la
victoria pese a que en el recuento oficial va prácticamente empatado con
el opositor Carlos Mesa.
Los incidentes se produjeron en La Paz, frente al hotel donde se
realiza el recuento aún al 63 por ciento, en Sucre, capital del país,
Cochabamba, Tarija, Ouro y en otras ciudades de Bolivia.
La sede regional del tribunal electoral en Potosí fue incendiada, mientras que otras en varias regiones sufrieron ataques.
Los detractores de Morales se enfrentaron a la Policía y a
simpatizantes del partido del presidente, el Movimiento al Socialismo
(MAS).
La difusión por parte del Tribunal Supremo Electoral de un resultado
preliminar no oficial, que da al presidente por unas décimas la victoria
en primera vuelta, desató las protestas.
Este recuento otorga a Evo Morales el 46,85 por ciento de los votos
frente al 36,74 de Carlos Mesa, con solo once décimas para proclamarle
vencedor de primera vuelta.
La ley electoral da la victoria al candidato con al menos el 50 por
ciento de los votos, o con el 40 y diez puntos de ventaja sobre el
segundo, que se cumpliría con estos datos por solo esas décimas.
Sin embargo, el recuento oficial está todavía al 63,1 por ciento y da
a Morales el 42,8 por ciento y el 41,86 a Mesa, con lo que ambos irían a
segunda vuelta al ser los más votados, pero sin haber logrado los
porcentajes que dan la victoria en esta primera convocatoria.
Esta mezcla de datos fue interpretada por los críticos a Morales como
un intento de fraude para darle la victoria en primera vuelta, ya que
la noche del domingo se había detenido el recuento provisional cuando
daba opciones a Mesa de una segunda cita con las urnas.
El cómputo oficial prosigue en un céntrico hotel de La Paz en medio
de protestas dentro de la sala y en el exterior, con cargas en las que
la Policía emplea material antidisturbios para repeler el lanzamiento de
piedras y evitar choques entre simpatizantes y detractores del
presidente.
Por el momento se desconoce si habrá un pronunciamiento del presidente del país, que tampoco se ha manifestado en Twitter.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, acusó a Mesa de
instigar las movilizaciones para llevar al país “a un estado de
confrontación”.
“El gobierno, con su decisión de burlar de nuevo la voluntad del
pueblo, es el único responsable de la violencia que amenaza a Bolivia”,
respondió en Twitter el candidato opositor, con la advertencia de que
“¡No nos rendiremos!”.
La misión de observación de la OEA (Organización de Estados
Americanos) instó al órgano electoral a “defender la voluntad ciudadana”
de manera “ágil” y “transparente”, tras la confusión generada por la
difusión previa del resultado preliminar sin esperar al oficial.
De la misma manera, sostuvo que es “difícil de justificar el cambio
dramático de tendencia” en los resultados preliminares que el domingo
con más del 80 por ciento de las actas computadas “indicaban claramente
una segunda vuelta”.
“Después el tribunal presentó datos con un cambio inexplicable de
tendencia que modifica drásticamente el destino de las elecciones y
genera pérdida de confianza en el proceso electoral”, señala la
organización.
Fuentes de las Fuerzas Armadas informaron de que recibieron un
aviso para permanecer alerta ante la situación, sin que se tenga
constancia de que haya sido necesaria su intervención.
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