BUENOS AIRES.- El peronista de
centroizquierda Alberto Fernández ganó este domingo en primera vuelta la
elección presidencial en Argentina, frente al gobernante liberal
Mauricio Macri, quien termina su mandato con la peor crisis de la
historia del país en los últimos 17 años.
Con el 95,31% de las mesas escrutados, Fernández obtuvo 47,99% de los votos, contra el 40,48% de Macri.
De esta manera, este abogado de 60 años que postuló en la
fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) es el próximo
presidente del país de 44 millones de habitantes y asumirá sus funciones
el próximo 10 de diciembre.
"Los tiempos que vienen no son
fáciles (...) lo único que nos preocupa es que los argentinos dejen de
sufrir", dijo Fernández, visiblemente emocionado, quien anunció, ante
miles de seguidores, que este lunes se reunirá con Macri.
A su lado Cristina Kirchner le pidió a Macri que en los últimos días
de su mandato "tome todas las medidas necesarias para alivianar esta
situación dramática".
Bajo un clima de tensión en varios países de
América Latina, con masivas protestas en Chile, Bolivia y Ecuador, y
una crisis en Venezuela, la elección de Argentina es clave en la
configuración de fuerzas en la región.
En sus primeras palabras tras la elección, Macri felicitó a Fernández y prometió hacer una oposición "sana y constructiva".
"Lo invité a desayunar mañana (lunes) a la (sede presidencial) Casa
Rosada porque tiene que empezar un periodo de transición ordenada que
lleve tranquilidad a los argentinos", dijo Macri ante sus seguidores en
su comando de campaña de Buenos Aires.
Macri, un ingeniero, de 60
años, termina su mandato con el país sumido en la peor crisis económica
desde 2001, con alta inflación (37,7% a septiembre) y un aumento de la
pobreza (35,4%). El presidente defendió que debió hacer ajustes para
ordenar el desequilibrio económico que encontró al asumir en 2015.
Juntos por el Cambio, la
coalición del presidente, retuvo al menos la alcaldía de Buenos Aires
con Horacio Rodríguez Larreta, que consiguió el 55,51% de los votos y
repite como jefe de la ciudad.
En segundo lugar, pero lejos, quedó
el candidato del peronismo de centroizquierda, Matías Lammens, con el
35,42% de los votos. Sin embargo, el candidato peronista Axel Kicillof
superó a María Eugenia Vidal por más de 13 puntos y será el nuevo
gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Los inversores temen que
un gobierno de Fernández implique el retorno de las políticas
intervencionistas del kirchnerismo (2003-2015). Analistas se preguntan
además quien gobernará: Fernández -exjefe de gabinete de Cristina y de
su esposo, el fallecido Néstor Kirchner- o la expresidenta de 66 años.
Fernández aseguró una y
otra vez que los depósitos bancarios argentinos están a salvo y rechazó
que se vuelva a repetir el fantasma de la crisis del año 2001, cuando se
congelaron y se pesificaron los que eran en dólares.
Pero los
argentinos ya dieron muestras de pánico. Desde las primarias, hubo
retiros de depósitos en dólares por más de 12.000 millones (36,4% del
total). Y tan solo el viernes, el Banco Central perdió otros 1.755
millones de dólares en reservas para frenar la depreciación de la
moneda.
El lunes "habrá mucha presión sobre el peso y sobre los
bancos, pero los mercados ya anticiparon los resultados, la reacción no
será tan brutal como luego de las primarias" de agosto, vaticinó Nicolás
Saldías, investigador del Wilson Center.
A
mediados de julio de 2018, en medio de una corrida bancaria, Macri
acudió al Fondo Monetario Internacional que otorgó un préstamo de 57.000
millones de dólares a cambio de un ajuste fiscal que frenó aún más la
economía. Todavía falta la entrega de 13.000 millones, pero el FMI
espera el resultado electoral.
Fernández aseguró en varias oportunidades que cumplirá con el pago.
Pero además de los mercados, necesita dar seguridad a los millones de personas que votaron por Macri.
"Fernández
deberá restaurar la confianza en el kirchnerismo. En los meses que
vienen, y hasta que asuma, Macri será el presidente y Fernández tendrá
el poder", explicó Saldías.
"Tienen que dar señales de que trabajan juntos, de lo contrario, la situación se hará insostenible", advirtió.
Otra
de las interrogantes es qué pasará con la docena de causas judiciales
abiertas por presunta corrupción contra la expresidenta, cinco con
pedido de prisión preventiva de la que está exenta por sus fueros
parlamentarios. En algunos de esos casos se indaga también a sus hijos
Máximo, quien es diputado, y Florencia, cineasta, quien se encuentra en
Cuba por un tratamiento médico.
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