BRUSELAS.- La
Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara votó este
miércoles a favor de que la francesa Christine Lagarde presida el Banco
Central Europeo a partir del 1 de noviembre.
Tras
una audiencia de casi tres horas esta mañana con la nominada, los
eurodiputados dieron su visto bueno por la tarde con 37 votos a favor,
11 en contra y 4 abstenciones en una votación no vinculante.
Aunque
tanto la Eurocámara como el propio BCE deben pronunciarse sobre los
nombramientos de los miembros del directorio ejecutivo del emisor, su
apoyo no es imprescindible para que asuman el cargo quienes hayan sido
designados por los Estados miembros.
Lagarde,
exdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional y exministra
francesa de Economía, fue designada en julio por los jefes de Estado y
de Gobierno de la UE para suceder en la jefatura del BCE al italiano
Mario Draghi cuando expire su mandato el 31 de octubre.
En
su primera audiencia con la comisión parlamentaria, Lagarde ha
defendido que la política de estímulos del BCE será necesaria "por un
periodo prolongado" para hacer repuntar la inflación y ante los retos
que afronta la economía de la eurozona, pero ha instado también a
vigilar los "efectos secundarios" de estas medidas no convencionales.
El
eurodiputado del PSOE y coordinador de los socialistas en la comisión,
Jonás Fernández, valoró que Lagarde "comparta abiertamente" la posición
de su grupo sobre la "necesidad de mantener la política monetaria ultra
acomodaticia, modernizar el marco de política monetaria y reformar la
Unión Económica y Monetaria".
"Contamos
con ella como aliado fuerte y fiable capaz de responder a retos como el
cambio climático y liderar el camino para completar la unión bancaria",
dijo Fernández en un comunicado, y criticó que el PPE haya pedido a
Lagarde "centrarse solo en la estabilidad de precios".
Para
el eurodiputado español del PP José Manuel García-Margallo, la
presentación de la exministra francesa ha sido "sólida" aunque
"prudente", dijo a Efe.
Su
principal "crítica" al discurso es que "parte de un diagnóstico muy
tímido" de la situación de la economía europea, que se basa en que está
en desaceleración, mientras que, a su juicio, "estamos ante una probable
crisis económica".
Para
hacerle frente, consideró, habría que combinar las medidas de estímulos
a corto plazo con otras que fomenten las reformas estructurales, como
ligar las compras de deuda del BCE a que los países apliquen reformas.
El
eurodiputado popular valoró, por el contrario, que Lagarde haya
incidido en que, además de buscar la estabilidad de precios, el BCE debe
prestar atención a otros objetivos como el crecimiento, la inversión o
la creación de empleo.
El
eurodiputado de Ciudadanos y coordinador de los liberales en la
comisión de Economía de la Eurocámara, Luis Garicano, valoró la
"experiencia" de Lagarde y el hecho de que sea la primera mujer en
acceder al cargo.
"Será
una voz poderosa a la cabeza del BCE y tiene mi total confianza", dijo
en un comunicado Garicano, quien durante la audiencia preguntó a Lagarde
sobre el margen que tiene la institución para hacer frente a la
ralentización.
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