WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed, banco
central) de Estados Unidos aseguró este miércoles que las empresas del
país se mantienen optimistas sobre su actividad, pese a la escalada de
tensión comercial con China y su posible impacto económico.
"Si bien las preocupaciones respecto a los aranceles y la incertidumbre
de la política comercial continuaron, la mayoría de las empresas se
mantuvieron optimistas acerca de las perspectivas a corto plazo", indicó
la Fed en su "libro beige", documento en el que recoge información
sobre la actividad económica reciente.
Las compañías hicieron esta valoración antes de que el
Gobierno de Donald Trump impusiera el 1 de septiembre un gravamen del 15
% a las importaciones de ropa, herramientas, productos electrónicos y
otros productos de China, mientras que Pekín tomó represalias con nuevos
aranceles a la soja, el petróleo crudo y productos farmacéuticos de
Estados Unidos.
Sin embargo, la guerra comercial
entre ambas potencias ya ha tenido varias rondas de aranceles y, de
momento, parece no haber tenido un efecto importante en EE.UU.
En principio, una delegación del Gobierno chino se desplazará a
Washington este mes para tratar de acercar posiciones sobre un posible
tratado comercial entre ambas potencias, aunque la última ronda de
gravámenes ha demostrado que el pacto aún está lejos de alcanzarse.
Por otro lado, el informe de la Fed también destacó que la economía
estadounidense se expandió "a un ritmo modesto" hasta finales de agosto.
Por sectores, el organismo dirigido por Jerome Powell subrayó que las
ventas de automóviles se aceleraron y que el sector turístico se mantuvo
"sólido" en los últimos meses, mientras que la venta de viviendas y la
actividad manufacturera disminuyeron.
De acuerdo a
datos oficiales, la economía de Estados Unidos avanzó a una tasa anual
del 2 % en el segundo trimestre, una décima por debajo del cálculo
preliminar oficial para ese período.
Por su parte, la
inflación se ha suavizado en 2019 por debajo de la meta anual de la Fed
del 2 %, lo que pone en cuestión la ortodoxia económica que dicta que
un mercado laboral ajustado y una expansión económica sostenida debería
generar mayores incrementos en los precios.
En su
última reunión, en julio, los responsables del banco central
estadounidense decidieron rebajar los tipos de interés hasta el rango de
entre el 2 y el 2,25 %.
Ese fue el primer recorte
del precio del dinero en el país en más de una década, ya que el
anterior se produjo justo después de la aguda crisis financiera de
finales de 2008.
La siguiente reunión de política
monetaria del banco central estadounidense está prevista para el 17 y 18
de septiembre y en ella se presentarán las nuevas proyecciones
macroeconómicas de Estados Unidos.
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