SIDNEY.- El Producto Interior Bruto (PIB) de
Australia creció un 1,4 por ciento en el último año fiscal, lo que
supone su expansión económica más débil en una década, según los datos
oficiales publicados este miércoles.
La Oficina
Australiana de Estadísticas (ABS, siglas en inglés) también reveló que
el crecimiento de la economía australiana, que resistió la crisis
financiera internacional de 2008, en el último trimestre fue del 0,5 por
ciento.
El crecimiento económico trimestral, que coincidió con
los pronósticos de los expertos, fue impulsado por las exportaciones
netas, especialmente de las materias primas mineras, así como por el
gasto público.
La cifra anual del crecimiento
económico de Australia es la más baja desde septiembre de 2009, tras la
crisis financiera internacional en la que el entonces gobierno laborista
inyectó un multimillonario paquete de estímulo económico.
El
gobernador del Banco Australiano de la Reserva, Philip Lowe, dijo, al anunciar que se mantenían los tipos de interés en el uno por
ciento, que "el crecimiento económico en Australia en el primer semestre
de este año ha sido más lento que lo esperado".
En su
comunicado, Lowe vinculó esta ralentización al consumo doméstico, a un
extendido período de bajo crecimiento de los salarios, así como a una
caída en los precios de las viviendas y el volumen de las ventas.
Ante
los temores de que Australia entre en una recesión debido al débil
crecimiento económico, el primer ministro australiano, Scott Morrison,
comentó a la emisora 3AW que "no veo que entremos en ese territorio".
Morrison,
al frente del gobierno de la coalición Liberal-Nacional que lleva en el
poder desde 2013, considera que los incentivos y rebajas tributarias,
que son uno de los principales pilares de su política económica,
comenzará a dar frutos a partir del próximo trimestre.
En
su presupuesto presentado en mayo pasado, el gobierno espera que la
economía australiana crezca un 2,75 por ciento para los años fiscales
2019-2020 y 2020-21.
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