MADRID.- Los países europeos con margen fiscal deberían actuar de forma
coordinada para aplicar reformas estructurales que junto a las medidas
del Banco Central Europeo ayuden a reactivar la economía de la zona
euro, dijo el miércoles el gobernador del Banco de España, Pablo
Hernández de Cos.
“Es imperativo que las autoridades nacionales y europeas realicen las
reformas estructurales que mejoren la eficiencia de los principales
mercados de productos y factores y aumenten el potencial de crecimiento
del área del euro”, dijo el gobernador en un discurso pronunciado en la
Universidad de Valencia.
De Cos dijo que todos los datos
disponibles indicaban que la debilidad de la actividad económica en la
zona euro continuaba en el tercer trimestre del año y que algunos países
afrontaban el riesgo de una recesión.
La semana pasada el BCE
recortó los tipos de interés aún más en territorio negativo y prometió
compras de bonos sin límite temporal en un intento por revertir una
nueva ralentización en la economía de la zona euro casi una década
después de la crisis de deuda.
Al acercarse el final del mandato de ocho años de Mario Draghi, el
presidente del BCE ha afrontado presiones de responsables de Alemania y
Francia, así como de al menos un miembro de su consejo de gobierno,
cuando respaldó que se reanudara el programa de compra de bonos del BCE,
dijeron tres fuentes.
El miércoles, tanto De Cos como
el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, afirmaron que hasta ahora la
política monetaria en la zona euro había sido eficaz para impulsar la
economía, pero que ésta no podía ser la única herramienta.
El
jueves pasado, Draghi intensificó su retórica al pedir a los gobiernos
que eleven el gasto para salir de la desaceleración, señalando a
Alemania, que está obsesionada con tener un presupuesto equilibrado.
El
miércoles el gobernador dijo que dado el deterioro en las proyecciones
de crecimiento, es preciso que la política fiscal proporcione un mayor
estímulo al crecimiento económico allí donde existe margen de actuación
para ello.
“Resulta más importante incluso que las
autoridades políticas europeas valoren la conveniencia de desplegar
instrumentos presupuestarios de estabilización macroeconómica a nivel
del conjunto del área euro, lo que contribuiría a paliar una de las
principales limitaciones del diseño original de nuestra moneda común”,
dijo.
La semana pasada, el BCE recortó las previsiones de
inflación para los próximos tres años y sus previsiones de crecimiento
para 2019 y 2020, lo que constituye una justificación clave para un
nuevo paquete de medidas de estímulo.
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