MIAMI.-
Seis días después del paso del huracán Dorian por el norte de las
Bahamas nada consuela a las miles de personas que siguen sin poder salir
de las zonas afectadas y que lo perdieron todo en el temporal.
Cientos
de personas evacuadas continúan llegando este domingo a Nueva
Providencia, donde se encuentra la capital de Bahamas, Nassau,
supervivientes del huracán Dorian que arrasó Gran Bahama y las Islas
Ábaco.
La
cifra oficial de muertos es de 44, frente a los 43 anteriores, según
confirmó este domingo a los medios locales, el ministro de Salud del
archipiélago, Duanes Sands, quien reiteró que el número subirá
"significativamente" y que los cadáveres de algunas personas nunca
podrán ser recuperadas ya que fueron arrastradas a alta mar en medio de
la tormenta.
Un
total de 36 se produjeron en las Ábaco, donde residen unas 17.000
personas, y ocho en Gran Bahama, donde lo hacen alrededor de 51.000.
Se
espera que la cifra aumente considerablemente debido a que cientos de
personas siguen desaparecidas cuando está a punto de cumplirse una
semana del paso del temporal.
Un
total de 274 fuerzas de la defensa de Bahamas y la policía se
encuentran en Ábaco, y 666 en Gran Bahama, acompañados por personal de
la Guardia Costera de Estados Unidos y personal de varias ONG, entre
otros.
Desde que se iniciaron las labores de rescate la Guardia Costera de Estados Unidos ya ha rescatado a 308 personas.
Los
que aun siguen sin poder salir se enfrentan a la falta de
comunicaciones, electricidad, combustible, seguridad y agua potable, y,
lo que es peor, a no volver a vivir en su casa y estar rodeado de sus
pertenencias.
Ni
el haber sido salvado, ni el agua que no han tenido en días ni la
comida que reciben a su llegada a Nassau u otros lugares de Bahamas no
afectados por Dorian, sirve para calmar la ansiedad que sienten los
supervivientes sabiendo que nunca más volverán a su vida anterior y, lo
que es peor, afrontar el futuro sin nada.
Las
más afectadas en Ábaco han sido las comunidades de Cayo Tesoro, Puerto
Marsh y el Cayo de Man-O-War, así como la isla de Moore, mientras que en
Gran Bahama, High Rock, residido mayoritariamente por haitianos,
prácticamente no existe.
Las
autoridades locales señalan que la falta de comunicaciones es el
problema que mayor ansiedad genera al producir y ahondar la sensación de
aislamiento y de que nadie sabe de su existencia.
Sin
embargo, el Gobierno del primer ministro, Hubert Minnis, ha subrayado
que comprende que haya un sentimiento de abandono pero reiteró que el
proceso de rescate, a medida que cuenta con mayores medios y una mejor
organización, incluirá a todo el mundo.
El
proceso de rescate de supervivientes al huracán Dorian en su
trayectoria por Gran Bahama y las Islas Ábaco, se está llevando a cabo
de forma dispar, lenta y discriminatoria, según aseguró en una carta
abierta al primer ministro, Hubert Minnis, el exprocurador general de
las Bahamas, Alfred Sears.
"No
hay justicia", indicó en su misiva difundida este sábado, en la que
también relata que durante seis horas intentó este jueves
"desesperadamente" sacar a su familia de Ábaco, donde presenció la
"disparidad" en la atención a aquellos que desean salir.
"Parece que no hay justicia para los pobres en las Bahamas", agregó.
Desde
este sábado, según ha informado la Guardia Costera estadounidense,
todos los puertos marítimos de Ábaco y Gran Bahama han sido reabiertos y
han recibido el visto bueno para la llegada de grandes embarcaciones
que, tal y como ha indicado Minnis, permitirá acelerar el proceso de
rescate.
También,
y desde hace tres días, la aerolínea local Bahamasair ha ido sacando en
los pocos vuelos, debido a los daños en algunos aerodromos, que ha
puesto en marcha a personas retenidas en Abaco y Gran Bahama.
El coste, anunció Minnis, es asumido por el Ejecutivo.
Todos
los que llegan relatan la destrucción masiva reinante en las zonas
afectadas donde prácticamente no queda ni un edificio en pie y donde
algunos, incluso, aventuran, que quedaran inhabitadas.
Unos
escombros bajo los cuales se teme hay cientos de personas muertas que
no pudieron sobrevivir al embate del poderoso ciclón de categoría
máxima.
Entre ellos familiares del actor Sidney Poitier, de 92 años.
En
declaraciones a medios estadounidenses, su sobrino, Jeffrey Poitier, de
66 años, ha revelado que más de 23 miembros de su familia siguen
desaparecidos tras el paso de Dorian.
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