PEKÍN.- Después
de que China y Estados Unidos anunciaran nuevas negociaciones
comerciales, Pekín informó este domingo de una caída de sus
exportaciones en agosto, tras un alza sorpresa en julio.
Las
exportaciones del gigante asiático a Estados Unidos, uno de los pilares
de su economía, se redujeron un 1% en agosto respecto al mismo mes del
año pasado, según datos oficiales, después de que en julio aumentaran un
3,3% pese al incremento de los aranceles.
El
ritmo de las importaciones continuó reduciéndose, hasta el 5,6%
interanual, la misma cifra que en julio, lo que refleja la frágil
demanda interna.
El
1 de septiembre Estados Unidos anunció nuevos aranceles en su voluntad
de forzar un nuevo acuerdo con Pekín, después de más de un año de guerra
comercial entre ambas potencias.
Antes
de que acabe el año, la totalidad de las importaciones chinas al
mercado estadounidense (en 2018 fueron de 540.000 millones de dólares),
se verán afectadas por un nuevo aumento de los aranceles, el último
previsto para entrar en vigor el 15 de diciembre.
China respondió a esta medida con un aumento de los aranceles sobre productos estadounidenses valorados en 75.000 millones.
Pese
a la amenaza de nuevas sanciones, Pekín y Washington se mostraron
dispuestos a negociar. El gobierno chino anunció el jueves que se
reunirán con una delegación estadounidense a principios de octubre en
Estados Unidos.
Durante
la última mesa de negociaciones a finales de julio en Shanghái, ambos
países acordaron volver a reunirse en septiembre en Estados Unidos, sin
precisar una fecha exacta, para intentar encontrar una solución a la
guerra comercial.
"Seguimos
pensando que no se alcanzará ningún acuerdo comercial ni durante este
año ni en 2020", explico la economista Tao Wang, del banco UBS, en
declaraciones a la agencia Bloomberg.
"Creemos que existe el riesgo de una nueva escalada en la guerra comercial", advirtió.
La
guerra comercial entre China y Estados Unidos, que empezó en 2018
impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump, amenaza ahora
el crecimiento económico de las dos principales economías mundiales y
del resto del mundo.
Los
datos del comercio en China deben ser "seguidos de cerca" ya que
"constituyen un buen barómetro de la economía mundial", dado que China
es la mayor potencia comercial, recuerda el economista Ting Lu del banco
Nomura.
El
excedente comercial chino cayó significativamente en agosto, hasta
34.830 millones de dólares, comparados a los 44.580 millones del mes
anterior, según cifras publicadas el domingo.
Y
el excedente comercial chino con respecto a Estados Unidos ?una de las
grandes preocupaciones de Trump ? también disminuyó en agosto, de 27.970
millones en julio a 26.950 millones en agosto.
Las exportaciones chinas a la Unión Europea se mantuvieron estables, en 38.200 millones de dólares.
Ante
el temor de que se perpetúe la guerra comercial, las organizaciones
mundiales revisaron a la baja sus previsiones y creen que el PIB del
gigante asiático crecerá el próximo año menos de un 6% (en 2018 fue un
6,6%), lo que representaría su nivel más bajo en los últimos 30 años.
Algunas
multinacionales que fabrican en China están deslocalizando sus
producciones hacia otros países que no estén afectados por las sanciones
estadounidenses, como Vietnam.
Las
autoridades chinas, preocupadas por mantener la estabilidad social en
un año marcado por el 70º aniversario de la proclamación de la República
Popular China (comunista), convirtieron el empleo una de sus
prioridades y adoptaron medidas para facilitar el crédito a pequeñas y
medianas empresas.
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