MANAGUA.- El obispo nicaragüense Silvio Báez
afirmó este domingo que el Gobierno que preside Daniel Ortega nunca ha
querido dialogar para buscar una salida a la crisis que estalló hace un
año y que ha dejado cientos de muertos y de detenidos.
"El diálogo es la única salida pacífica y que puede evitar peores
consecuencias, pero claro, para dialogar se necesita que las dos partes,
primero, se pongan de acuerdo en que van a dialogar y sobre qué van a
dialogar, y que haya voluntad de las dos partes", señaló el religioso,
al ser consultado por periodistas tras oficiar una misa.
Aseguró, sin embargo, que ni en el primer diálogo, que
se desarrolló de mayo a julio del año pasado, ni en la negociación que
culminó el 3 de abril, aunque quedó con las puertas abiertas para seguir
las conversaciones, el Gobierno ha estado "dispuesto a dialogar ni a
ceder nada".
"Hay que tener esperanza en el diálogo,
pero haciendo la salvedad de que este Gobierno no quiere dialogar y
nunca ha querido dialogar", sostuvo.
El Gobierno y la
opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia culminaron el
pasado 3 de abril una negociación para superar la crisis, sin acuerdos
en temas de justicia y democratización, aunque dejaron la puerta abierta
para seguir las conversaciones.
Los delegados del
Ejecutivo pidieron un tiempo para reflexionar sobre los puntos de
verdad, justicia, reparación y no repetición, además de democratización y
reformas electorales.
Báez, a quien el papa
Francisco trasladará al Vaticano después de la Semana Santa, aclaró que
no le corresponde a los pastores de la Iglesia dar las estrategias
específicas o los caminos concretos de organización o de lucha política
para buscar una salida a la crisis, sino "animar la esperanza y recordar
los grandes valores".
También estar presentes "donde
la injusticia se está imponiendo, donde las víctimas están sufriendo",
pero: "el modo concreto, las estrategias políticas específicas, no nos
toca a nosotros hacerlo".
Asimismo, invitó a los
nicaragüenses a no resignarse "a tener un país como lo hemos tenido
hasta ahora" y elogió a los jóvenes porque "han sido la gran consciencia
que despertó a este país" y que un año después de la crisis "nos siguen
hablando".
"De cierta manera las generaciones
anteriores a ellos somos culpables de este país destartalado que le
estamos entregando a la juventud y a la niñez de Nicaragua, pero ellos
nos están dando un gran ejemplo y esto asegura que el futuro de
Nicaragua no solo va a ser distinto, sino que va a ser mejor", sostuvo.
Consultado sobre una posible absolución para los responsables de las
muertes en el marco de la crisis, Báez dijo que el ideal del evangelio,
del mensaje cristiano, es que los hombres y las mujeres del mundo se
reconcilien y se perdonen.
Explicó que la justicia
reivindica la dignidad de las víctimas y ofrece la oportunidad "a quien
ha sido culpable de la injusticia, de la represión, del crimen, de que
se pueda arrepentir".
Agregó que la justicia es
solamente un paso, pero que si no hay misericordia hacia el culpable,
"la justicia en sí no arranca el mal de raíz, porque el mal está allí".
"Lo único que verdaderamente arranca el mal de raíz, es el perdón. Es
cuando quien ha sufrido perdona, pero esto lleva tiempo. A quien ha
sufrido y a quien ha sido víctima no le podemos exigir que perdone, hay
que darle tiempo, hay que sanar heridas", añadió.
Al
finalizar la Eucaristía que ofreció en la parroquia Nuestro Señor de
Esquipulas, 11 kilómetros al sureste de Managua, Báez pidió la
liberación de los considerados presos políticos por la oposición, entre
ellos la de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda Ubau.
Durante la actividad religiosa, el obispo fue vitoreado por los
presentes que gritaron, entre otros, "Silvio, amigo, el pueblo está
contigo" y clamaron por "libertad y justicia para Nicaragua".
No hay comentarios:
Publicar un comentario