BUENOS AIRES.- La inflación se aceleró en febrero
pasado en Argentina al registrar un avance del 3,8 % respecto de enero y
del 51,3 % en términos interanuales, lo que afecta de lleno al consumo,
una de las principales variables de una economía sumida en la recesión.
Según
informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(Indec), los precios acumularon en el primer bimestre del año un
incremento del 6,8 %.
Los bienes tuvieron el pasado mes una variación positiva
del 3,7 % en comparación con enero, mientras los servicios aumentaron un
3,8 %, datos que ascienden al 54,9 % y al 45,2 %, respectivamente, en
la comparación con febrero de 2018.
El avance del 3,8 % verificado en febrero es el mayor desde octubre pasado, cuando los precios pegaron un salto del 5,3 %.
La
inflación desaceleró en noviembre y diciembre, pero retomó la senda
alcista en enero (+2,9 %) y el dato de febrero confirma esta
trayectoria.
Según un informe de la consultora privada
Ecolatina, la aceleración de la inflación en febrero se explica por el
progresivo traslado a precios del incremento del dólar y de ciertas
actualizaciones salariales.
A esta dinámica, según la
consultora, se sumó el ajuste de tarifas de servicios públicos y un
aumento cercano al 40 % en el precio mayorista de la carne vacuna -con
fuerte incidencia en la cesta básica-, y efecto tanto en el precio de
venta al consumidor como en los bienes sustitutos.
Con
todo, la consultora apuntó que la inflación irá cediendo para
finalmente acumular un incremento del 32 %, muy por debajo del 47,6 %
registrado en 2018 -el nivel más alto desde 1991- pero bastante más que
el 23 % proyectado por el Gobierno en la ley de Presupuesto 2019.
El
pronóstico de la consultora está en línea con el de los analistas, que
mes a mes consulta el Banco Central argentino para su informe de
expectativas de mercado, una proyección que en febrero fue revisada al
alza nuevamente, para situarla en un 31,9 % para este año.
La alta inflación ha impactado de lleno en el consumo, una de las principales variables de la actividad económica.
Según
los últimos datos oficiales disponibles, en el tercer trimestre de 2018
el consumo privado cayó 4,5 % en términos interanuales.
Informes
oficiales más recientes, relativos al consumo de servicios y compras en
supermercados y centros comerciales, confirman que la tendencia
negativa continúa, y encuestas de consultoras privadas advierten de que,
por efecto de la inflación, los argentinos optan por restringir gastos
en esparcimiento pero también en bienes básicos, como la carne y las
bebidas.
Como síntoma de la presión, este jueves, en
coincidencia con la difusión del dato oficial de la inflación, miles de
integrantes de organizaciones sociales coparon diferentes puntos de la
capital para reclamar mayores ayudas sociales al Estado y comida a las
puertas de supermercados.
La alta inflación que
registra Argentina se da en un contexto de recesión económica, con una
caída en la actividad del 2,6 % en 2018, uno de los peores datos en
años.
"A partir de abril del año pasado entramos en
una crisis financiera y cambiaria que llevó a un proceso de recesión
económica que ha afectado a muchos argentinos. Hemos buscado todas las
maneras que estaban a nuestro alcance para acompañar y tratar de que
todos crucemos este momento de dificultades", dijo este jueves el
presidente argentino, Mauricio Macri.
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