WASHINGTON.- El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ya un
decreto que dota de fondos para las próximas tres semanas a la
Administración y permite así su reapertura después de un cierre parcial
de 35 días, el más largo de la historia.
Trump
accedió a aprobar esta prórroga presupuestaria, que no incluye fondos
para el muro, el origen del desacuerdo con los demócratas, después de
que cerca de 800.000 trabajadores públicos perdieran su segunda nómina
consecutiva.
La
reapertura pactada entre demócratas y republicanos y avalada por Trump
es tan solo para tres semanas, hasta el 15 de febrero, tiempo que el
presidente dio a la oposición para sentarse a negociar un acuerdo
migratorio que incluya dinero para el muro.
"Esto
no fue de ninguna manera una concesión. Fue hacerse cargo de millones
de personas a las que el cierre de Gobierno estaba perjudicando
gravemente", dijo Trump en un tuit previo a la firma del decreto.
El
presidente también recordó que la reapertura avalada es breve, y que
forzará un nuevo cierre o declarará una emergencia nacional para
utilizar fondos para el muro sin la autorización del Congreso si no hay
acuerdo con los demócratas en materia migratoria antes del 15.
La
presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, con la que
Trump mantuvo el pulso durante estos 35 días, opinó tras el anuncio del
acuerdo que "es triste que se haya tardado tanto en llegar a una
conclusión obvia".
Trump
se vio obligado a aceptar el acuerdo ante la creciente rebelión de
senadores republicanos dispuestos a aliarse con los demócratas para
permitir la reapertura, y también por las protestas de los funcionarios
forzados a trabajar sin sueldo.
El
día en el que perdían su segunda nómina consecutiva, cerca de 14.000
empleados del Servicio de Impuestos Internos (IRS) no acudieron a sus
puestos de trabajo, en plena temporada de declaración de impuestos.
Tampoco
lo hicieron un grupo de controladores aéreos cuya falta ocasionó
grandes retrasos en dos de los aeropuertos que sirven a Nueva York, La
Guardia y Newark, y también en el de Filadelfia, generando temores sobre
el estado de la economía estadounidense.
Este
cierre parcial o "shutdown", el más largo de la historia, empezó el
pasado 22 de diciembre y afecto a cerca de 800.000 trabajadores públicos
(un 25 % de la administración), la mitad de ellos forzados a trabajar
sin sueldo.
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