PARÍS.- Miles de "chalecos
amarillos" volvieron a las calles de Francia este sábado para protestar
contra las políticas del gobierno de Emmanuel Macron, a pesar de la
aparición de fricciones internas sobre el futuro político del
movimiento.
El ministerio del Interior contabilizó 69.000
manifestantes en todo el país, frente a 84.000 la semana pasada. En
París se contabilizaron 4.000 manifestantes, frente a 7.000 el sábado
pasado.
Algunas escaramuzas estallaron entre manifestantes y
policías en la céntrica plaza parisina de la Bastilla, punto de
encuentro de tres cortejos que marcharon por las calles de París,
constaron periodistas.
La policía empleó gases
lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes que
lanzaban piedras y destrozaban mobiliario urbano. Al menos 42
manifestantes fueron detenidos en la capital, según cifras oficiales.
Un miembro destacado de
los "chalecos amarillos", Jérôme Rodrigues, fue evacuado por paramédicos
tras recibir un proyectil en el ojo, un hecho por el que la policía
anunció la apertura de una investigación interna.
Al caer la
noche, cientos de manifestantes comenzaron a congregarse en la plaza de
la República, donde los "chalecos amarillos" convocaron una protesta
nocturna para "debatir e intercambiar" sus reivindicaciones.
Los "chalecos amarillos"
mantenían el pulso en las calles pese a la aparición de las primeras
divisiones internas tras el lanzamiento por parte de algunos miembros
del colectivo de una lista para concurrir en las elecciones europeas.
Esta
lista, bautizada "Reunión de Iniciativa Ciudadana" (RIC) cuenta
actualmente con sólo diez nombres pero su objetivo es constituir una
lista completa de 79 candidatos, antes de mediados de febrero, en vista
de las elecciones del 26 de mayo.
La lista está encabezada por
Ingrid Levavasseur, una asistente sanitaria de 31 años, que ha emergido
como una de las figuras del movimiento de contestación que sacude
Francia desde hace dos meses, y entre sus candidatos figuran un
empresario, una ama de casa y un funcionario, de entre 29 a 53 años de
edad.
Según una encuesta, la
lista de "chalecos amarillos" obtendría 13% de los votos, detrás del
partido presidencial La República en Marcha (centro, 22,5%) y el
movimiento de extrema derecha Reunificación Nacional de Marine Le Pen
(17,5%).
Pero no todos los manifestantes parecían estar de acuerdo con esta iniciativa.
Un "núcleo duro está dispuesto a seguir luchando", dijo Gilbert Claro, un manifestante de 42 años. Pero este movimiento
"no debe ser político", añadió.
Marc, un jubilado de 64 años que
reside en un suburbio parisino, vino a protestar porque el giro político
que está tomando el movimiento "le da miedo".
"Nos estamos dispersando,
deberíamos habernos quedado unidos", señaló decepcionado.
En su
último intento por calmar las protestas, Emmanuel Macron convocó un
debate nacional de dos meses para "transformar la ira en soluciones",
pero la mayoría de manifestantes desestiman esta iniciativa a la que
consideran como "inútil".
"Es una gran mentira", dijo Mathieu
Styrna, un carpintero del norte de Francia. Para él, los participantes
de estas reuniones públicas son seleccionados.
Fuera
de París, varios miles de manifestantes se echaron también a las calles
al grito de "¡Macron dimisión!" en Burdeos y Toulouse, dos bastiones de
los "chalecos amarillos" en el suroeste de Francia, donde en las
últimas semanas las protestas derivaron en enfrentamientos.
En la
ciudad portuaria mediterránea de Marsella, miembros del sindicato CGT se
unieron a las protestas y cerca de un millar de manifestantes
protestaron en la ciudad oriental de Lyon. En el norte, las autoridades
de la ciudad de Evreux, Normandía, informaron de incidentes y daños en
la sede del Banco de Francia y en una comisaría de policía.
También se registraron
incidentes en la ciudad de Montpellier, en el sur de Francia, donde un
policía resultó herido por un "dispositivo pirotécnico", según un
comunicado de la prefectura de policía.
Por primera vez, la
policía antidisturbios que utiliza lanzadores de balas de goma fue
equipada con cámaras adheridas al cuerpo, tras una polémica sobre el uso
de esta arma no letal tras graves lesiones sufridas por varios
manifestantes.
El domingo se prevé en París una manifestación de los
"pañuelos rojos", un colectivo que afirma representar a la mayoría
silenciosa en Francia, que está cansada de la violencia y de los
disturbios durante las manifestaciones de los "chalecos amarillos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario