LONDRES.- La Unión Europea ha cumplido con su parte y ha hecho un último esfuerzo para ayudar a Theresa May a lograr que su plan del Brexit sea aprobado este martes por el Parlamento británico. En una carta conjunta firmada
por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y por el
presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ambos líderes aseguran que
el llamado backstop, la salvaguarda por
la que Irlanda del Norte permanecerá dentro de la unión aduanera hasta
que Londres y Bruselas alcancen un nuevo acuerdo comercial, será una
solución "temporal", recoge hoy El País, de Madrid.
"La UE dedicará todos sus esfuerzos a negociar y concluir rápidamente un acuerdo que reemplace al backstop, y espera lo mismo de Reino Unido, de modo que el backstop
se mantenga en vigor por el tiempo estrictamente necesario", asegura el
texto que ya ha recibido May. El Gobierno británico confía en que esta
última baza sirva para convencer a un puñado más de diputados indecisos.
La polémica en torno a Irlanda del Norte ha sido el principal obstáculo para sacar adelante el plan del Brexit. Pero sobre todo, May confía en que la carta de la UE termine de convencer a los unionistas norirlandeses, que sostienen su mayoría parlamentaria. Hasta el momento, han expresado su negativa a respaldar el acuerdo de May, convencidos de que supondría un estatus legal diferente al del resto de Reino Unido para ese territorio.
"La carta que hemos recibido tiene fuerza legal, y debe servir para interpretar el contenido del acuerdo de retirada. Deja claro que el backstop no supone una amenaza en absoluto", ha dicho May en Stoke-on-Trent, en un acto público previo a su intervención, prevista para esta tarde, en la Cámara de los Comunes.
La primera ministra ha advertido a los diputados remisos a votar a favor de su acuerdo —toda la oposición en bloque, más al menos cien rebeldes conservadores— de que si el Parlamento rechaza el plan, Reino Unido corre el riesgo de no tener ningún tipo de Brexit. "El resultado más probable será una parálisis parlamentaria que nos lleve al riesgo de que no salgamos de ningún modo de la UE", ha dicho.
"Espero que mis colegas escuchen las razones de la UE y reconozcan
que lo mejor es apoyar el acuerdo del Gobierno porque cumple con el
resultado del referéndum [de 2016, en el que ganó la salida de la Unión]
y lo hace de una manera que minimiza los riesgos para nuestra
economía", ha afirmado en un programa de radio de la BBC el ministro de
Comercio Internacional, Liam Fox.
"Tenemos que buscar maneras de mitigar [los riesgos] si no hay acuerdo. Pero la mejor manera de hacerlo es aceptar el acuerdo que la primera ministra ha negociado", ha agregado Fox. No parece probable. Muchos diputados del partido de May, el conservador, han adelantado que se opondrán al texto del pacto.
Los cálculos vaticinan una diferencia de más de cien diputados en contra en una votación cuyo resultado definitivo no se conocerá hasta al menos las once, hora española. Comenzará tres horas antes, pero los diputados tendrán que pronunciarse primero sobre al menos diez enmiendas presentadas por conservadores, laboristas e incluso conjuntas, relativas al Brexit.
La polémica en torno a Irlanda del Norte ha sido el principal obstáculo para sacar adelante el plan del Brexit. Pero sobre todo, May confía en que la carta de la UE termine de convencer a los unionistas norirlandeses, que sostienen su mayoría parlamentaria. Hasta el momento, han expresado su negativa a respaldar el acuerdo de May, convencidos de que supondría un estatus legal diferente al del resto de Reino Unido para ese territorio.
"La carta que hemos recibido tiene fuerza legal, y debe servir para interpretar el contenido del acuerdo de retirada. Deja claro que el backstop no supone una amenaza en absoluto", ha dicho May en Stoke-on-Trent, en un acto público previo a su intervención, prevista para esta tarde, en la Cámara de los Comunes.
La primera ministra ha advertido a los diputados remisos a votar a favor de su acuerdo —toda la oposición en bloque, más al menos cien rebeldes conservadores— de que si el Parlamento rechaza el plan, Reino Unido corre el riesgo de no tener ningún tipo de Brexit. "El resultado más probable será una parálisis parlamentaria que nos lleve al riesgo de que no salgamos de ningún modo de la UE", ha dicho.
"Tenemos que buscar maneras de mitigar [los riesgos] si no hay acuerdo. Pero la mejor manera de hacerlo es aceptar el acuerdo que la primera ministra ha negociado", ha agregado Fox. No parece probable. Muchos diputados del partido de May, el conservador, han adelantado que se opondrán al texto del pacto.
Los cálculos vaticinan una diferencia de más de cien diputados en contra en una votación cuyo resultado definitivo no se conocerá hasta al menos las once, hora española. Comenzará tres horas antes, pero los diputados tendrán que pronunciarse primero sobre al menos diez enmiendas presentadas por conservadores, laboristas e incluso conjuntas, relativas al Brexit.
Si, pese a los intentos de May, el acuerdo con la UE no pasa este martes
el filtro parlamentario, el Ejecutivo dispondrá de tres días hábiles
para presentar un plan alternativo.
El diario británico The Guardian informa este lunes de que la UE se prepara ya para retrasar el Brexit de la fecha prevista —el próximo 29 de marzo, fijada en virtud del artículo 50 del Tratado de Lisboa—
hasta el próximo julio.
La UE espera en las próximas semanas que
Londres le comunique la intención de extender la vigencia del artículo,
que establece un periodo de negociación de dos años desde el momento en
que se comunicó la intención británica de retirarse, el 29 de marzo de
2017.
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